Ruiz-Gallardón echa en falta las competencias policiales

Alberto Ruiz-Gallardón echa de menos ahora algunas piezas en su abanico de competencias. El presidente de la Comunidad de Madrid se sinceró ayer, tras salir de la reunión del Consejo de Gobierno, al apuntar que tiene dudas sobre si la Administración regional no debería haber asumido competencias en materia de seguridad cuando aprobó su Estatuto de Autonomía, el año pasado. El texto de ordenación autonómica fue fruto del consenso entre los tres grupos políticos con representación en la Asamblea (PP, PSOE e IU), pero el mandatario regional confesó ayer: "Empiezo a pensar que no hemos acertado al no pedirle a la Administración central competencias en materia de orden público".La reflexión la apuntó el presidente regional al hilo de los incidentes habidos el miércoles durante la inauguración de tres nuevas estaciones en la línea 1 de metro, en el distrito de Vallecas Villa. Centenares de vecinos mostraron a las autoridades su descontento con la pervivencia del poblado de La Rosilla, uno de los grandes supermercados de la droga en la ciudad. Y Ruiz-Gallardón reconoció: "Los ciudadanos piden soluciones que yo no tengo. Requeriremos, desde luego, una colaboración muy activa de la Administración del Estado. Sin embargo, me encuentro con que mi catálogo competencial incluye muchos aspectos, como infraestructuras o educación, pero no todo lo relativo al narcotráfico. Por eso me pregunto si no habría sido mejor la coordinación de todas las competencias en una única administración".

"Mucho morro"

Las palabras de Ruiz-Gallardón obtuvieron duras críticas desde los bancos de la oposición. La portavoz del PSOE en política social, Elena Vázquez, tildó de "desvergüenza" la actitud del mandatario madrileño. "Ruiz-Gallardón sí tiene competencias en materias de realojo, pero no las ejerce como debiera. La Rosilla no es sólo un problema policial. Al delegado del Gobierno no se le puede echar la culpa de algo así", apuntó. Y resumió: "Este hombre tiene mucho morro. O vende humo o hace como que los problemas son de otros".Su homóloga en IU, Virginia Díaz, también abundó en la tesis de que el presidente madrileño "no puede caer en la demagogia de hacer creer que la solución a La Rosilla pasa por medidas policiales". A su juicio, "Ruiz-Gallardón ya está en clave electoral y sólo dice lo que la gente quiere oír". Su compañero de coalición Adolfo de Luxán, que participó en las negociaciones del Estatuto de Autonomía, apuntó que el problema de fondo en este asunto es que el PP "tiene una asignatura pendiente muy grave con el modelo policial". En su opinión, el presidente de la Comunidad ha querido lanzarle una sutil advertencia al delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, "pero en su momento rehusó contar con cualquier competencia policial, porque a él sólo le gustan las competencias sin problemas".