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El comisario Marín reprocha a Santer hacer "especulaciones" mientras se investiga el fraude

Xavier Vidal-Folch

El vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, lamentó ayer que no se haya mantenido el compromiso de "evitar todo comentario público o especulación sobre los trabajos del Comité de Sabios" que investiga los casos de mala gestión o fraude en Bruselas. Era una respuesta clara a las declaraciones efectuadas la víspera por el presidente, Jacques Santer, en las que éste asumió el principio de la responsabilidad individual de los comisarios por los casos detectados en sus departamentos, en contra del principio de la "colegialidad", establecido en el Tratado.

La tensión entre el Parlamento y la Comisión se ha trasladado definitivamente al interior de esta última. Aunque la portavoz de Santer pretendió cerrar la cuestión sin más aportaciones que las de su jefe y la de Edith Cresson -negándose a dimitir-, el de Marín leyó un comunicado del vicepresidente, quien evitó las declaraciones a voleo y fijó su postura mediante un texto suave en la forma pero de contenido inequívoco.Marín, uno de los comisarios más criticados en esta crisis, recordó que tras el debate parlamentario optó por evitar las "declaraciones públicas" hasta la conclusión de los trabajos del Grupo de Sabios.

Pero "forzado por la polémica creada en las últimas horas" sobre la asunción o no de responsabilidades, reiteró que durante la moción de censura se había declarado "dispuesto a asumir sus propias responsabilidades políticas en caso de que el Parlamento hubiese pedido" su dimisión en la plenaria de enero.

Actitud que ya entonces le distanció de la postura mantenida por su colega francesa, Edith Cresson, la más vapuleada en el hemiciclo y la prensa, quien rechazó siempre y anteayer lo reiteró, la posibilidad de dimitir.

Pero el punto clave del comunicado es la crítica al parloteo de otros. "La decisión adoptada por la Comisión de evitar cualquier comentario público o especulación" hasta el próximo 15 de marzo -cuando se disponga del informe del Grupo de Sabios- "era una decisión sabia, compartida por todos los miembros del colegio, y que debería haber sido mantenida".

"Sálvese quien pueda"

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Quien abrió las especulaciones fue Santer, en lo que muchos interpretan como un inicio del "sálvese quien pueda" y una presión para que los comisarios más criticados dimitan, ante la eventualidad de un informe negativo de los sabios. Marín pidió ayer que se "preserve el clima de serenidad" para que éstos puedan concluir su trabajo sin interferencias.Otros echaron leña al fuego, como el presidente del grupo parlamentario liberal en la cámara, Pat Cox, uno de los grandes perdedores de la fracasada moción de censura de enero. "Aplaudo la validación retrospectiva" que Santer hizo "de nuestra posición, cuando señaló que los comisarios puestos en tela de juicio por el Grupo de Sabios deberían comportarse como políticos".

Para Cox, Santer "abandonó" el miércoles pasado su "insostenible postura" de "utilizar la colegialidad como defensa de los comisarios" individuales. Los que hayan mantenido conductas de "mala actuación deben irse", concluyó.

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