Mandela fija para el 2 de junio la fecha de las elecciones y de su retirada de la presidencia

El presidente surafricano, Nelson Mandela, comenzó ayer la cuenta atrás de sus tres últimos meses de mandato al anunciar que las próximas elecciones generales, las segundas democráticas en la historia del país, se celebrararán el 2 de junio, y que luego él dejará la presidencia. Los nueve parlamentos provinciales también serán renovados en esa jornada. No hay dudas sobre la victoria del Congreso Nacional Africano (ANC), que hace cinco años obtuvo el 62,6% de los votos en un país donde los negros mantienen con los blancos una relación de seis a uno.

"Tengo la intención de proclamar que la fecha de las segundas elecciones democráticas de Suráfrica será el 2 de junio", anunció ayer Mandela a un Parlamento expectante, que recibió con aplausos la noticia. A sus 80 años, el anciano presidente dejará inmediatamente después la jefatura del Estado en manos de su vicepresidente, Thabo Mbeki, hombre de personalidad menos conciliadora que la que ha ganado la admiración del mundo para Mandela.El anuncio de la fecha electoral, que por mandamiento constitucional sólo puede hacerse oficial después del 30 de abril, cuando concluye la legislatura, acabó con meses de especulaciones y provocó una ligera subida de la bolsa.

El establecimiento de la fecha fue precedido por una victoria legal contra los intentos del Nuevo Partido Nacional, heredero del que impuso décadas de apartheid, de rebajar las estrictas normas para registrarse como elector, que exigen estar en posesión de documentos de identidad informatizados. El Partido Demócrata, formado esencialmente por liberales blancos, elevó ayer a los tribunales las mismas objeciones.

La fijación de la fecha se produce justo antes del último fin de semana para que los ciudadanos se inscriban como electores. En las dos campañas previas sólo se registró algo más de la mitad de los potenciales votantes, unos 25 millones en un país de 35 millones de habitantes.

Consciente de que la apatía de los electores puede socavar el mandato de las urnas que pueda recibir el ANC, Mandela pidió, a los jóvenes en particular, que se inscriban para poder votar. "Las voces de nuestros veteranos nos recuerdan que no debemos considerar nuestra libertad como algo normal", dijo. "Una elección en la que participen gentes de todos los partidos hará que seamos una nación más unida".

Mandela tambien subrayó ayer que su retirada de la política activa no le impedirá seguir sirviendo al país el resto de su vida. "Mientras tenga un hálito de vida estaré al servicio del pueblo que lucha para mejorar sus condiciones de vida", dijo.

Estas segundas elecciones con participación de todos los surafricanos se celebrarán en un ambiente políticamente mucho menos volátil que el de las de 1994, cuando se especulaba hasta con la amenaza de una guerra civil. El ANC tiene asegurada la victoria y los analistas creen que rondará los dos tercios de los votos, el umbral permite reformar la Constitución de forma unilateral, aunque recientes sondeos le atribuyen sólo un 54% de intenciones de voto.

Ahora quedan tres meses en los que el ANC tendrá que dar explicaciones a quienes le acusan de no haber respondido a las expectativas en los frentes político y social. "Al Gobierno no se le puede reprochar su actuación en el campo de la reconciliación, excepto por parte de los blancos más ultras, pero hay tres áreas en las que tiene muchas cuentas pendientes: empleo, delincuencia y educación", dice Greg Mills, del Instituto de Asuntos Internacionales.

Para los cinco millones de blancos, la delincuencia desatada -cada día los periódicos traen noticias sobre decenas de asesinatos, violaciones, robos y asaltos- será la principal cuestión electoral. Para los 30 millones de negros, el más importante tema de debate será el fracaso de la política gubernamental de empleo. El propio Mbeki dijo ayer en el Parlamento que la "primera prioridad del nuevo Gobierno debe ser la creación de empleo".