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Fábulas

DE PASADAUno se pregunta si realmente Manuel Chaves o el candidato socialista por Granada, José Moratalla, están convencidos de que son unos gallos, y si Teófila Martínez o Gabriel Díaz Berbel son conscientes de tener corazones de comadreja. Desde que Gregorio Samsa descubrió una mañana al despertar que se había convertido en un insecto la mayoría de los humanos, merced a un proceso de homologación literaria con las obsesiones de Franz Kafka, hemos desarrollado en algún momento una sensación parecida. ¿Quién no ha envidiado la altanería del toro de Osborne o ha deseado poseer el espíritu taimado de un virus de ordenador, por ejemplo de un Viernes 13 o de un Barrotes? (Por cierto ¿tienen alma los virus informáticos? Cuando mueren ¿son juzgados?) No es habitual que los políticos, ante la previsión de unas elecciones municipales, confiesen por escrito que son batracios o gallos. Sin embargo, esa es la mayor información que el lector saca del informe electoral elaborado por el PSOE de Andalucía que, ya desde el título, sugiere una sorprendente tendencia a buscar en los orígenes: Aunque se vista de seda, derecha se queda. El librito se abre y se cierra con una fábula. En la primera, los dirigentes socialistas se atribuyen la condición de anfibios y confiensan que a causa del conocido carácter crédulo de las ranas corren el peligro de perder la vida -o las ancas, que es la región corporal más apetecible de una rana- por el ataque del escorpión, que es lo que opinan que son, además de comadrejas, sus contrincantes del PP. La insistencia con que los dirigentes del PSOE están presentando el panfleto con las fábulas por cada una de las provincias andaluzas sugiere que, como Samsa, se han tomado en serio su papel de ranas y gallos que, en ambas cuentos -¡ay!- se resignan al papel de víctimas. Si cualquiera que haya leído a Kafka sabe lo duro que es para un insecto convivir con seres superiores se puede imaginar lo terrible que debe ser la condición de señuelo entre carnívoros mayores. Dice al comienzo el epílogo del panfleto socialista: "Una comadreja se apoderó de un gallo y quiso presentar una razón plausible para comérselo". Al final, la comadreja devora al gallo. No se les puede negar imaginación a los encargados de elaborar la estrategia electoral socialista, pero moral, lo que se dice moral... no sé. ALEJANDRO V. GARCÍA

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