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La galería Tretiakov se convierte en el primer museo ruso sobre las vanguardias

La colección incluye obras de artistas que marcaron el desarrollo del arte del siglo XX

Entre los artistas que marcaron el arte de las primeras décadas del presente siglo figuran rusos, como Vasili Kandinski o Kazimir Malévich, por citar sólo a los más conocidos. Pero son muchos los pintores rusos de calidad que prepararon el advenimiento de estos grandes pintores y también los que después desarrollaron las corrientes de vanguardia. Sin embargo, Rusia carecía hasta diciembre de 1998 de un museo de arte moderno. Esta laguna es la que intenta llenar la Nueva Galería Tretiakov con su exposición permanente de arte ruso del siglo XX.

La tragedia que vivió Rusia en los años treinta -el terror estalinista y la práctica prohibición en arte de todo lo que no fuera expresión de la corriente pictórica oficial del realismo socialista- terminó con las florecientes tendencias de vanguardia. De no haber existido ese autoritarismo estatal en la esfera cultural, el arte ruso del siglo XX hubiera sido otro muy distinto.La influencia de los vanguardistas rusos, especialmente en la primera década del siglo, en el arte mundial es difícil de estimar. Pável Filónov, uno de los actores de esa auténtica revolución cultural, escribió al respecto: "El centro de gravedad del arte se mudó a Rusia". Fue entonces cuando surgió el fenómeno del abstraccionismo, una frontera que los cubistas no se habían atrevido a cruzar y que los pintores rusos, uno tras otro, fueron transgrediendo para dar paso a sus propias formas de arte no figurativo: Kandinski, Mijaíl Lariónov, Malévich, Iván Matiushin, Alexandr Rodchenko, Vladímir Tatlin. Ellos cortaron en dos la historia del arte, abriendo nuevas perspectivas a las siguientes generaciones.

Colección excepcional

Por extraño que parezca, en Moscú hasta hace poco no había un lugar donde uno pudiera ver la evolución de la pintura rusa del siglo XX. La situación ha cambiado a partir del 16 de diciembre de 1998, cuando, en conmemoración del 150º aniversario de la muerte de coleccionista Pável Tretiakov, se inauguró la Nueva Galería Tretiakov, ubicada frente al parque Gorki, en el mismo edificio donde se encuentra la Casa Central del Pintor.De las 30 salas que por el momento ocupa la exposición, la mitad está consagrada al modernismo y vanguardismo de los años diez y veinte. Gran parte de estas obras no pudieron ser expuestas hasta que llegó la perestroika y algunas no se habían mostrado ni siquiera en los últimos años.

La exposición ha sido criticada por dedicar demasiado espacio al realismo socialista -la otra mitad de las salas- y por el hecho de no mostrar los diferentes movimientos pictóricos, sino la obra de determinados artistas. Es decir, que no hay una sala dedicada, por ejemplo, al movimiento denominado la Jota de Diamantes, pero sí hay una de Piotr Konchalovski y otra de Aristarj Lentúlov, principales exponentes de este grupo.

En la del primero, uno puede admirar el retrato del director de escena Vsevolod Meyerhold, pintado en 1937, cuando éste ya había caído en desgracia y faltaba poco más de un año para que fuera detenido. Del segundo, llamado ruso francés en Rusia y cubista a la russe en Francia, cabe destacar San Basilio, obra que refleja la original manera en que Lentúlov asimiló el cubismo y el expresionismo.

A pesar de los inconvenientes que tiene el principio monográfico adoptado, la muestra es un excelente regalo para los amantes del arte. La exposición comienza con Kuzmá Petrov-Vodkin, pintor hacia el que las autoridades culturales soviéticas fueron benévolas, y sigue con Mijaíl Lariónov, creador del rayonismo y también exponente, junto con Natalia Goncharova, del neoprimitivismo. Lariónov, que pensaba que el artista no debe reproducir los objetos reales, sino los rayos que se reflejan en ellos y que el ojo percibe, desarrolló tanto un rayonismo realista como uno abstracto.

El famoso Cuadrado negro, de Malévich, el fundador del suprematismo, está en la sala número 12. Frente a esta obra programática se puede ver Siega, pintada en 1928-29, pero a la que, curiosamente, Malévich atribuía una fecha anterior. Con eso pretendía que apareciera como si la hubiese pintado antes que el Cuadrado negro (1914-1915) y que el Cuadro blanco sobre fondo blanco (1919), obras que debían figurar como la culminación del arte pictórico.

La sala anterior está destinada a Kandinski, pero habrá que esperar por lo menos un año para ver las obras que del fundador del abstraccionismo tiene la Tretiakov, ya que actualmente éstas están en exposiciones en el extranjero (en el mismo caso se encuentran los cuadros de Chagall). En la sala que sigue a la de Malévich se pueden admirar las obras de Tatlin, especialmente sus contrarrelieves, de los que surgirá el movimiento constructivista.

Ian Bruk, vicedirector de la Tretiakov y responsable de la muestra, considera que el valor principal de ésta es que "se encuentra libre de las pasiones y silencios ideológicos, y da un panorama del desarrollo del arte en una perspectiva histórica no deformada". A las actuales 30 salas, que abarcan hasta los años cincuenta, se sumará otra decena sobre el arte de los años sesenta y setenta.

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