Andalucía
Me entró angustia cuando oí el sábado a Rojas Marcos (La isla, Onda Cero) adelantarse al Día de Andalucía diciendo que el nacionalismo es saber que su nación está por encima de todo. Recordé el himno alemán, Deutschland über alles in der Welt, y busqué el comentario de Unamuno a la Historia ilustrada de la guerra de 1914: "¡Alemania sobre todo, sobre todo en el mundo!, suprema fórmula de la barbarie. Sobre todo. ¿Por qué sobre todo? No se contentan con vivir libres junto a los demás, reclamando su puesto al sol, ha de ser sobre los demás". Y leí el periódico y supe que Juaristi denuncia (El chimbo expiatorio, Espasa) a Unamuno de ser "casi tan responsable como Sabino Arana del surgimiento del nacionalismo vasco".Hemos enloquecido con los vascos; veo a personas responsables y sólidas enfurecidas por una mención casual a la cuestión. Una inmensa mayoría no cae en la trampa canallesca de los nacionalismos: a favor o en contra. Rojas Marcos: era algo moderado, aceptaba que el andalucismo es diferente porque es solidario y que, ya que España es lo que tiene más cerca Andalucía, será solidaria con España. No hay muchos andaluces que le sigan: la encuesta del día diseña una Andalucía socialista diferente, como ensayo de otra España. Los de mi generación nos hemos educado más en el castellano de los escritores andaluces que en el de los castellanos, viejos o modernos, y más en su arabismo que en nuestra romanidad. Hay países donde creen que toda España es Andalucía, y si Berlanga explotaba la broma en su genial ¡Bienvenido, Mr Marshall!, hay algo más profundo, más hondo y más jondo; y sus maltratados, desahuciados hijos, han llenado España y Europa de su filosofía de la vida y de un trabajo fecundo y fuerte que aquí llamábamos pereza porque insultamos al mundo sin oferta y explotado. No sé qué angustia me entraba al oír a Rojas Marcos acusar a la invasión que terminó con el siglo XV y a la que entra ahora en su tierra por capitales y empresas. El capitalismo: como a todo el mundo. En la misma radio: los agricultores dicen que Europa va a destruir los cultivos familiares y enriquecer a los de la aristocracia, la de los Alba. Ésa es la cuestión: la de nacionalismos sólo divide y desgarra, como ha hecho Europa con Yugoslavia.
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