_
_
_
_
Tribuna:LA CRÓNICA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Añoranza MARÍA JAÉN

La "güena" gente. En la sala Can Sisteré de Santa Coloma de Gramenet puede verse estos días la exposición de Joan Guerrero En tierra amiga (imágenes de Andalucía en Cataluña), 43 fotografías que son sólo una muestra del trabajo que Guerrero está haciendo sobre la presencia andaluza en Cataluña. Al margen de políticos y amigos del artista, fueron muchos los que allí acudieron el día de la inauguración; mucha gente buena, gente de la calle, que disfrutó de las fotos mientras se buscaba en ellas. Eran capaces de encontrarse entre el gentío minúsculo de una romería o de una manifestación de Semana Santa. No creo que pudieran ver su imagen exacta. Tal vez sólo vieran el recuerdo, el cante, el jaleo o el llanto de aquel día. Así son estas fotos. Reflejo de un día o de un sentimiento. Y si no, véanlas: una niña con su traje de faralaes ayudando a sostener un castell; una carreta rociera siguiendo el curso, sucio y desolado, del río Besòs; el niño romano que masca chicle en medio de la congoja de la procesión; la adolescente, vestida con lunares y peineta, que se repasa los labios asomándose al retrovisor de la vespa en un día de feria; o los niños gemelos, al borde del llanto mientras tocan las palmas con las manos casi desenfocadas. La fotografía del gesto cogido al vuelo. Pura imperfección perfecta. "No se añora el pan duro". Dice el diccionario que añorar es "recordar con pena la ausencia, privación o pérdida de persona o cosa muy querida". Eso dice el diccionario; para Guerrero el verbo tiene aún otra acepción. Y así lo explicó al hablar de sus fotos. Añoranza es también el recuerdo de un momento feliz desde un presente dichoso. Porque no es el pan duro lo que se añora. No se echa de menos el pasado porque sí, porque cualquier otro tiempo vivido fue siempre mejor que el amargo presente. La añoranza es también posible desde la plenitud y la dicha; ésa es la única nostalgia que Guerrero ve en sus fotos. Y el visitante atento está de acuerdo con él en ese punto -la dosis de nostalgia es la justa-, pero se queja sin embargo de un exceso de folclor. Sevillanas, saetas y misas rocieras: Andalucía es más que eso. Las imágenes que aquí se muestran la reducen a cuatro o cinco fiestas concretas. Y hay que pensar que los andaluces que han hecho de Cataluña una tierra amiga no viven escondidos en sus casas esperando que llegue el día de ponerse el traje de fiesta para salir a lucirlo a la calle. Tienen, como todos, vida y ropa de diaro. Trabajan, duermen, comen, sueñan, quieren o dejan de querer todos los días y todas las noches del año. Y eso es lo que aquí no se ve. Tal vez muy pronto, en otra exposición o en otro libro, Joan Guerrero podrá ofrecernos su trabajo completo, sin concesiones ni selección previa. Homenaje a Antonio Machado. El pasado lunes 22 de febrero se cumplieron 60 años de la muerte del poeta. Un poeta andaluz que cantó a Castilla y que murió en tierra francesa. Antes de adentrarse en el exilio, Machado pasó algunos días en Barcelona. Se refugió en el hotel Majestic. Una placa en la entrada del hotel ha recordado durante años aquella visita. "Homenaje a don Antonio Machado, que pasó aquí parte de sus últimos días". Hoy esa placa no puede verse; las reformas que se están haciendo en el edificio han obligado a retirarla eventualmente. Mientras tanto, o por si la placa no volviera, aquí está la foto de Guerrero: la fachada del hotel, el portero, también andaluz, y la placa homenaje al poeta. A Guerrero, que nació en Tarifa pero que lleva ya muchos años viviendo en Santa Coloma, le gusta leer a Machado. En su vida y en su obra, encuentra un cierto paralelismo con su propia suerte. Por eso la otra tarde recitó de memoria los últimos versos del poeta; el breve poema que alguien halló en el bolsillo de su abrigo y que hablaba de la luz de los días de la infancia. Machado encontró la luz de su infancia en el cielo de Soria y de Colliure. Ésa es la suerte de mucha gente güena. La suerte del hombre que sabe tener dos tierras en lugar de una, con el descaro añadido de hacerles un sitio a las dos en el objetivo de su cámara.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_