"El flamenco es algo mucho más serio que el "gitaneo", Peret o Escobar"
Francisco Javier Piñana Conesa (Cartagena, 1974), más conocido como Curro Piñana, se hizo el pasado mes de agosto con el premio Lámpara Minera en el Festival de Cante de las Minas de La Unión, 37 años después de que su abuelo, Antonio Piñana, triunfara en la primera edición del renombrado certamen flamenco. Fue precisamente su abuelo, patriarca de los cantes de Levante, quien aleccionó a este estudiante de Psicología. De ahí que sea todo un virtuoso a la hora de interpretar cartageneras, tarantas y fandangos. Lo demostrará hoy en el Teatro Gayarre de Pamplona (20.00), mientras aguarda sus actuaciones del próximo mes en Barakaldo (día 19) y Vitoria (20). Pregunta. Ha ganado la última Lampara Minera. ¿Eso quiere decir que, a día de hoy, es el mejor cantaor? Respuesta. No. Es el reconocimiento del concurso flamenco más importante a nivel nacional, pero eso no quiere decir que sea el mejor. Sí es el reconocimiento al más completo y al mejor de cantes mineros, pero siempre quedan cosas por aprender. En flamenco está todo inventado, lo que hace falta es renovar y hacer cosas nuevas ligadas a lo que es la raíz del flamenco, a los palos puros y duros, al sentido flamenco. P. Se dice que los cantes de Levante son su especialidad. R. Mi familia ha dedicado toda su vida a cultivarlos, mejorarlos y grabarlos, pero me considero un cantaor que toca todos los palos. En las mineras sí me siento más cómodo, cantando los cantes libres, que son los que he mamado. Eso es de cajón. Pero todos son complicados, se trata de pillarles una línea musical y hacer lo que tú sientas; imprimirles tu propio sello y buscar cosas nuevas. P. También defiende que el cante necesita una renovación literaria. ¿A qué se refiere? R. A que el flamenco ha estado sujeto a las letras populares. Son preciosas y todos nos hemos servido de ellas, pero, en ese sentido, el flamenco quizá esté un poquito estancado. Hay poetas que nunca se han adaptado y sirven para darle otro toque literario y, quizá, estético al cante. Sin salirse del sentimiento dramático que tienen las letras flamencas, no hay por qué ceñirse siempre a la misma temática: el amor a la madre, la muerte del padre, la Iglesia y la mala mujer. P. Ha actuado en Francia, Marruecos, Portugal y Estados Unidos. ¿Fuera de España entienden el flamenco? R. Sí. Quizá por ser algo desconocido, lo escuchan con muchísima atención, humildad y respeto, cosa que muchas veces en España, en algunos locales, no pasa. En determinados sitios el flamenco se confunde con el gitaneo, Peret o Manolo Escobar. El flamenco no es eso, es algo mucho más importante y serio. P. ¿Qué proyectos tiene en mente? R. Hacer todas las actuaciones que tengo, que estoy repletísimo, y grabar un nuevo disco muy de vanguardia de mi hermano Carlos. También tengo que quedar con Vicente Soto para preparar unos textos de los hermanos Machado y montar un espectáculo.
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