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Sylvan quiere abrir en Madrid una sede de la Universidad Europea

La multinacional educativa estadounidense Sylvan Learning Systems, compradora del 54% de las acciones de la Universidad Europea, se propone ampliar el actual campus, en Villaviciosa de Odón, con una delegación en Madrid capital. Así lo anunciaron ayer el presidente de la compañía, Douglas Becker, y el nuevo vicepresidente, Joseph Duffey, ex alto cargo de Clinton.

En una entrevista con este periódico, los futuros accionistas mayoritarios de esta universidad privada se mostraron partidarios de extender la actividad más allá de su marco actual. "Hemos comenzado a buscar posibles sedes en Madrid. Debemos ofrecer cursos de posgrado en la capital para aquellos que no puedan acudir, a la salida de su trabajo, a las actuales instalaciones de Villaviciosa de Odón", confirmó Becker, de 33 años, un hombre que -paradojas de la vida- nunca llegó a terminar sus estudios universitarios: comenzó a ganar dinero con sólo 17 años, cuando patentó, junto a su amigo Christopher Hoehn-Saric, una tarjeta magnética para almacenar los datos médicos de cada usuario.Becker confía en un futuro halagüeño para la Universidad Europea, pese al lastre que puedan suponer los encarnizados enfrentamientos de los dos propietarios originales (Luis Velasco y Julio Fidalgo) o el escándalo de las diplomaturas que supuestamente se iban a regalar a 186 estudiantes sin necesidad de que asistieran a clase, según la investigación de la Dirección General de Universidades. "Si hubiera pensado que los problemas de esta universidad eran irresolubles habría comenzado nuestra inversión en este sector en Brasil, México, Italia o Grecia", enfatizó el presidente y consejero delegado de la sociedad. El nuevo estilo de la Europea comenzará a advertirse en el terreno de las formas. "Me comprometo a que la universidad de la era Sylvan sea políticamente neutral", recalcó Becker, en alusión a los improperios que el rector y el secretario general le dedicaron hace un año a la parlamentaria socialista Carmen Ferrero. Y agregó: "Aquí no va a haber ataques ni descalificaciones. No habrá lugar a más culebrones. Sólo nos centraremos en reinvertir los beneficios para la mejora de la calidad educativa".

Recelo de los rectores

El campus madrileño es el primero que adquiere Sylvan, la propietaria de las academias de idiomas Wall Street Institute o del popular examen de inglés Toefl. Esta ausencia de experiencia universitaria previa ha despertado el recelo entre los rectores de la universidad pública y el abierto rechazo del PSOE e Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid. Pese a ello, Becker dijo que no siente ninguna hostilidad en su llegada al panorama universitario nacional. "En una sociedad plural es lógico y positivo que haya muchas voces. Nosotros contamos con el apoyo de los padres de alumnos, del consejero Villapalos y del director general, Vicente Ortega. Quizás la universidad privada, en general, no goce en España de la mejor imagen posible, pero esperamos contribuir a elevar su reputación", detalló.

Joseph Duffey, director de la Agencia de Información (una mezcla de portavocía gubernamental y relaciones con universidades extranjeras) en la Administración de Bill Clinton, confesó haberse adherido al proyecto de Sylvan por su convencimiento de que "la colaboración educativa está cambiando radicalmente, al margen de los Gobiernos, las relaciones internacionales". Duffey defendió la tesis de que el descenso del paro "sólo es posible con una oferta cada vez más amplia de educación superior", para lo que la iniciativa privada ha de desempeñar un papel decisivo. "Poco a poco, los Estados comienzan a entender que no tienen recursos suficientes para la educación. Por eso debe haber más campus privados que, al mismo tiempo, busquen modelos de financiación que hagan su enseñanza más asequible", apuntó.

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