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Cañellas dimite como diputado balear por desacuerdos con el PP

"Dimito por coherencia". El ex presidente del Gobierno balear y ex líder del PP regional Gabriel Cañellas, de 56 años, renunció ayer, por sorpresa, al acta de diputado en el Parlamento de Baleares contrariado con la actuación política y los proyectos urbanísticos y turísticos de sus herederos en el Gabinete autonómico y en el partido conservador. "Cada vez me era un poco más difícil. Mi pensamiento político está diferenciado de la cambiante filosofía del PP y del Gobierno [balear]", dijo.

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Por primera vez desde 1979, Gabriel Cañellas no estará en las próximas elecciones autonómicas, las de junio, "porque", manifestó ayer, "es comprometido y un poco complicado ir de comparsa". No obstante, seguirá en la dirección del PP balear. Su adiós no es definitivo. "Yo no me voy. No sé si se abre un paréntesis, ¡quién sabe! Es un punto y aparte", afirmó.Cañellas tuvo que dimitir en 1995 acusado de corrupción. El Tribunal Supremo sentenció en 1998 que el PP y él cobraron 50 millones de pesetas al concesionario del túnel de Sóller. No fue condenado porque el delito de cohecho ya había prescrito.

El ex presidente recordó ayer que hace veinte años que se puso al frente del PP, que ha estado 16 en el Parlamento autonómico -tras ganar cuatro elecciones consecutivas- y que ha permanecido 12 como presidente autonómico incontestado. Al reflexionar ante los parlamentarios del PP acerca del porqué de su abandono, de su paso atrás momentáneo, criticó las pugnas internas por mantener el sillón o un puesto en las listas.

Cañellas recriminó al Gobierno actual, de Jaume Matas, y a los diputados populares porque, en su opinión, sus proyectos políticos defraudan y se distancian de las expectativas abiertas ante la sociedad que apoyó al PP. En posteriores declaraciones lamentó la falta de unidad interna y la escasa autoridad moral que el partido exhibe ante sus militantes

"Se despidió para advertir que puede volver, con los suyos", comentó un alto cargo institucional del PP.

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El próximo martes, el PP balear debe dar la primera aprobación parlamentaria a las Directrices de Ordenación Territorial, un proyecto estrella que el Gobierno regional ha diseñado para intentar moderar el crecimiento urbanístico y congelar el techo poblacional y turístico de las islas.

Cañellas no quería votar a favor ni romper la disciplina del PP. Cree que es arriesgado lanzar esta normativa proteccionista antes de las elecciones. Él representa en el plano privado, particular y profesional a negociantes y urbanizadores con muchos intereses en la costa y en áreas rurales y de grandes fincas. Cañellas y su familia tienen intereses en Ses Salines de Ibiza y Formentera y en la Sierra de Tramontana de Mallorca.

Reconocimiento

"En este momento es necesario hacer un reconocimiento público a Cañellas. Su trayectoria ha sido muy importante para las islas Baleares y para el PP", sentenció en tono solemne Matas, su heredero en la presidencia del Gobierno balear y en el futuro liderazgo electoral del PP y que dijo conocer de antemano sus intenciones. Cañellas le colocó en el cargo en 1996 al derrocar por la fuerza, un año después de su elección, a su efímero sucesor, Cristòfol Soler.

Juan Verger, presidente del PP balear, se enteró de la renuncia de Cañellas ayer por la mañana, cuando ya era pública: "Políticamente, es una noticia que no me gusta. No la deseaba y no me gusta. Desconozco sus motivos", dijo.

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