Una banda de butroneros desvalija 73 cajas de un banco de la calle de Alcalá
Una banda de butroneros ha dado este fin de semana un golpe maestro en el centro de Madrid. En la noche del sábado al domingo desvalijaron 73 de las 192 cajas de seguridad de la cámara acorazada situada en el sótano de la sucursal del Banco Zaragozano de la calle de Alcalá, 133. Los delincuentes, según los clientes afectados, consiguieron un botín superior a 700 millones de pesetas. Cada cofre podría tener más de 10 millones, según fuentes bancarias.
Los ladrones, al menos cuatro según la policía, prepararon el asalto durante meses. Todos sus pasos fueron precisos. Entraron al sótano del banco por el garaje del edificio situado en el número 133 de la calle de Alcalá. Una vez franqueado el primer obstáculo -alcanzar los muros de la sucursal- había que sortear el segundo, entrar en el banco sin llamar la atención. Cortaron cables, desactivaron las alarmas y consiguieron abrir la puerta blindada que comunicaba la entidad con el garaje. Ya dentro de la sucursal bancaria, agujerearon la cámara acorazada, donde se hallan las 192 cajas de seguridad de alquiler. Armados con sopletes, lanzas térmicas, sierras radiales, botellas de oxígeno y martillos neumáticos, practicaron un boquete de 40 centímetros de diámetro en la lámina de acero. A continuación reventaron las cajas de seguridad. Abrieron todos los cofres, pero sólo estaban llenos 73, según comentaron los empleados del banco.Los delincuentes iban a por dinero en metálico y joyas. Los papeles y escrituras que encontraron a su paso los dejaron esparcidos por el suelo. Los ladrones no se preocuparon de las otras cajas fuertes, donde el banco guardaba el dinero, según explicó uno de los empleados.
Los trabajadores del Banco Zaragozano descubrieron el robo ayer por la mañana y avisaron a la policía. El banco recurrió a un notario para realizar un inventario de los objetos robados.
Dentro de la cámara acorazada de las cajas de seguridad había decenas de objetos tirados. "Se trataba de monedas, cubiertos y otras cosas que no interesaban a los ladrones", señaló un portavoz policial.
Martillo y mazas
Los agentes de la policía científica recogieron huellas y los objetos de trabajo que los butroneros dejaron en el lugar: un martillo y varias mazas. Mientras tanto, los agentes de la Brigada de Policía Judicial se pasaron ayer toda la mañana inspeccionando los alrededores del sótano de la sucursal bancaria. Los investigadores descubrieron que entraron en la oficina a través de la puerta blindada que comunica con el garaje. "Los butroneros que han perpetrado este robo son grandes especialistas. Han actuado con minuciosidad", dijo uno de los agentes al jefe de la oficina bancaria.
La mayoría de los perjudicados eran vecinos y comerciantes de la zona. Estaban molestos por el trato recibido en la oficina. "Es lamentable cómo atienden a los clientes en estos casos de angustia. No nos dicen nada y no sabemos cuánto nos han robado", se quejaba Carmen. El banco aseguró anoche que había avisado a todos los afectados.
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