El PNV sólo obtiene de EH una "apuesta" por el fin de toda violencia

Euskal Herritarrok sólo asumió ayer, en una resolución parlamentaria que votó con PNV, Eusko Alkartasuna e IU, la "apuesta" de que el proceso de paz en Euskadi debe realizarse "en unas condiciones de ausencia permanente de todas las expresiones de violencia". Esta mínima referencia a los actos violentos que se producen desde el inicio de la tregua de ETA es todo lo que obtuvo el PNV de EH. PP, PSOE y Unidad Alavesa criticaron duramente el acuerdo porque en él no se contiene una condena expresa de la violencia.

La resolución aprobada señala, como condición para "la consolidación de una convivencia democrática", el "empeño de evitar cualesquiera actuaciones y reacciones vulneradoras de los derechos individuales y colectivos, por no corresponder con actitudes y métodos de naturaleza democrática". Algún tipo de expresión de rechazo a la violencia por parte de EH era la condición que había impuesto Ibarretxe para poder cerrar un pacto de legislatura con la formación política que ha sustituido a Herri Batasuna. Para el PNV, se ha dado "un paso en la dirección oportuna" y, por tanto, el acuerdo político se hace posible. Radicalmente opuesto es el planteamiento de la oposición, formada por socialistas, PP y Unidad Alavesa. Para estos partidos, la proposición no de ley que se aprobó ayer en el Parlamento vasco no es, ni de lejos, la condena expresa de la violencia que se requería. Según la oposición, para iniciar el proceso de paz y reunir a todos los partidos en una mesa era imprescindible el rechazo tajante de las amenazas, coacciones y actos de sabotaje. Para el PP, está claro que ayer en el Parlamento vasco no se buscó la paz y sí la unidad de acción entre los nacionalistas, mientras que para los socialistas se ha vuelto a inclinar la cabeza frente a ETA. El Gobierno, por su parte, calificó de "decepcionante" el acuerdo.