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Entrevista:

"Ningún cocainómano se cree drogadicto"

Hay un misterio por resolver: ¿qué está pasando con la cocaína? La droga blanca entra en Europa en grandes cantidades -de ello dan fe los numerosos alijos aprehendidos- y sin embargo apenas nadie se considera afectado. Georges Estievenart, francés, 55 años, lleva una década luchando contra la droga desde los despachos de la Unión Europea. Ahora, como director del Observatorio de la Droga y las Toxicomanías, su misión consiste en hacerle una fotografía al problema, cuanto más nítida mejor, para que los políticos ensayen soluciones. Pero cada vez que fija el objetivo en la cocaína, la imagen sale velada.Pregunta. ¿Hay datos fiables sobre afectados por el consumo de cocaína? ¿Se están produciendo muertes?

Respuesta. No, no. Hay muy pocos casos de fallecimientos. Y eso no quiere decir que la cocaína no sea peligrosa, pero depende siempre de la pureza del producto y de otros factores. Las sobredosis, por ejemplo, se producen mucho más por culpa de la heroína que de la cocaína. Se están produciendo decomisos muy importante, sobre todo en España, pero el consumo de cocaína está muy integrado en la sociedad, y no se nota. Si vamos a un centro de desintoxicación de drogadictos, vemos que hay muy poca gente que llega con problemas de consumo de cocaína.

P. Eso sigue siendo un misterio. Se consume mucho, pero nadie parece afectado.

R. Sí, efectivamente, es un misterio. No sabemos exactamente lo que pasa con toda esa cantidad que entra. Lo que sí sabemos es que el sistema médico social no ha identificado hasta la fecha la cocaína como un problema mayor. El gran problema es el consumo general de heroína y de anfetaminas en el norte de Europa. Se sabe, por ejemplo, que el consumo de cocaína es sobre todo lúdico, en las capas altas de la sociedad. Normalmente la gente no corre el riesgo de tomar demasiado ni todos los días.

P. Entonces, ¿el cocainómano no tiene la sensación de ser un drogadicto o es que realmente no lo es?

R. Lo es, sí, lo es..., pero yo creo que efectivamente no tiene esa sensación. El tipo que toma una botella de vino cada día no tiene tampoco la sensación de ser un enfermo si al día siguiente puede ir al trabajo. Normalmente, ningún cocainómano se cree drogadicto.

P. Aparte de la cocaína, ¿cuáles son las drogas y los tipos de drogadicción que ahora mismo están en alza en Europa?

R. Hay dos grandes problemas. Un problema nuevo, que es el aumento de las anfetaminas, del éxtasis, de las drogas de síntesis en general. Es un hecho muy preocupante porque toca a los más jóvenes; hay una nueva generación de drogadictos y esto para el futuro es realmente grave. Las anfetaminas son masivamente consumidas por la juventud.

P. ¿Y el segundo problema?

R. Es una herencia del pasado: el consumo de heroína. Hay todavía un millón de heroinómanos en la Unión Europea, aunque bien es verdad que el aumento se está estabilizando. Se está frenando, eso sí, el consumo a través de jeringuillas y las consecuencias que ello acarrea: contaminación por sida, hepatitis C... Por contra, existe una nueva generación de heroinómanos, de fumadores de heroína.

P. ¿Quién está detrás de las drogas de diseño?

R. Es una buena pregunta, pero yo no tengo la respuesta. No dudo de que hay organizaciones criminales detrás de la fabricación y distribución de esta droga, pero no es la única fuente de abastecimiento. El gran peligro es que se pueden fabricar pequeñas cantidades del producto en la cocina de un apartamento. Si el consumo sigue incrementándose, no hay duda de que las mafias internacionales del crimen organizado lucharán para hacerse cargo del mercado.

P. ¿Están surgiendo nuevas drogas?

R. Ahora precisamente estamos estudiando un nuevo producto, del que prácticamente nadie hablaba hace seis meses. Se llama 4MTA y es muy peligroso. Ha provocado ya dos muertos en el Reino Unido y no hay duda de que se va a convertir en los próximos años en una de las drogas más peligrosas.

P. ¿En qué consiste?

R. Son pastillas. Estamos haciendo los análisis. Sólo ha habido dos aprehensiones. Y dado que estos productos no están todavía prohibidos es muy difícil para nosotros localizarlos y estudiarlos. En cualquier caso, son drogas de diseño, muy peligrosas.

P. ¿Cuántos tipos de drogas se pueden consumir ahora mismo en Europa?

R. Hay más de 200 identificados, según nuestras noticias y el cálculo de Europol [la policía europea].

P. Acaban de llamar la atención en España los datos sobre alcoholismo. Casi 300.000 españoles por debajo de los 29 años se emborrachan cada día, y el número se triplica los fines de semana. ¿No le parece una cifra excesiva?

R. Una cifra muy alta, sí, pero se corresponde con las que se dan en el resto de Europa. Ya estamos viendo, además, que el consumo de alcohol va parejo con ingestión de otras drogas. Cada vez se produce más policonsumo: la gente toma de todo. Hay, sin embargo, un dato positivo: se está desarrollando una cultura de calidad. Mejor una copita de buen vino que un litro de tinto malo.

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