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El "caso Calderón"

Las circunstancias del teatro Calderón son justamente las contrarias a las del Maravillas. En este último teatro, el empresario abrió por su cuenta y riesgo pese a que el Ayuntamiento le había ordenado que cerrase. En el Calderón, para cubrirse las espaldas y evitar riesgos, el empresario José Luis Moreno, responsable de la explotación del Calderón, suspendió las funciones de ópera de este local tras el desprendimiento de una cornisa el pasado 22 de enero, un accidente que ocasionó la muerte de la ocupante de un vehículo que circulaba por la calle en esos momentos."No tenemos orden de cierre. Hemos solicitado al Ayuntamiento que nos comunique cuál es la situación del teatro, pero no tenemos contestación", declara José María Stampa Casas, abogado de Moreno. Según Stampa, en estos momentos se están investigando las causas del siniestro. "Gerencia de Urbanismo envió unos inspectores poco después del desprendimiento de la cornisa. Pero no nos han comunicado nada", añade el abogado. Stampa Casas reconoce que se trata de una situación bastante anómala. "Si el empresario quisiera, podría abrir el teatro, pero no lo hace por prudencia, a pesar de que esto supone una pérdida económica. Pero prefiere perder dinero a tener un accidente. En cierto modo, está sustituyendo a la autoridad administrativa", declara Stampa, que confía en recibir una respuesta esta semana.

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