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Homenaje de los Reyes en Soweto a las víctimas de la represión racista

Soweto, acrónimo de South Western Townships (barrios del suroeste), ciudad dormitorio donde se confinaba a la población negra que trabajaba en la rica Johanesburgo, entró en los libros de historia como el hogar de la rebelión urbana contra el apartheid (segregación racial). Los Reyes, que hoy concluyen su visita a Suráfrica, depositaron ayer, como homenaje a las víctimas de la represión racista, una corona de flores ante el monumento que recuerda a Héctor Pieterson, un niño abatido a tiros por la policía en 1976 y cuya muerte dio la vuelta al mundo en una trágica fotografía.

Don Juan Carlos y doña Sofía saludaron ayer a la madre de Héctor, Antoinette, así como a la del joven que intentó ayudarle, Mbuyisa Maklulu, y que desapareció poco después sin que se conozca su paradero. En su camino hacia el monumento, los Reyes pasaron cerca de la casa de Winnie Madizikela, más conocida antes, cuando era la esposa de Nelson Mandela, actual presidente de Suráfrica, como Mamá Mandela. Es la líder de este inmenso asentamiento -120 kilómetros cuadrados y cerca de cuatro millones de habitantes- y sigue aspirando al poder.El homenaje de los Reyes a las víctimas de la represión racista coincidió con una declaración del Comité de la Verdad y la Reconciliación, que estudia los crímenes de la época de la segregación, negando la amnistía a los cuatro policías que admitieron haber maltratado a Stephen Biko, un joven estudiante de medicina cuya dramática muerte, en 1977, inspiró la película Grita libertad, otro clavo en el ataúd del apartheid.

Don Juan Carlos y doña Sofía recorrieron la modesta instalación que rodea la lápida en recuerdo de los muertos y que consiste en ocho contenedores habilitados como estrechas salas donde cuelgan fotos que dan testimonio de los años de lucha. Allí posaron con la imagen del asesinato de Héctor junto a las dos madres de Soweto que mantienen viva la memoria de sus hijos.

Relaciones empresariales

Antes de ir a Soweto, el Rey asistió a la clausura de un seminario de empresarios españoles y surafricanos reunidos para explorar las posibilidades de colaboración e inversión en este país. José María Cuevas, el presidente de la patronal CEOE, se desplazó al frente de una numerosa delegación para analizarlas. A Suráfrica se la considera "el puerto natural de entrada para un mercado de más de 16 países y para los más de 200 millones de habitantes que constituyen la Comunidad de África Austral para el Desarrollo.

En su discurso, don Juan Carlos afirmó que España, primer inversor internacional en Iberoamérica en 1998, "está descubriendo el continente africano como un área de oportunidades y desarrollo económico y, más concretamente, a Suráfrica como la primera potencia económica del mismo".

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El mensaje del Rey, que explica en gran parte esta visita de Estado, es hacer comprender a los dirigentes surafricanos que España es un socio a tener en cuenta y posee una industria competitiva, capaz de convertirse en un aliado de la economía surafricana en su tarea de locomotora del África austral.

Las relaciones entre España y Suráfrica pasan además por un delicado momento debido a las negociaciones que este país mantiene con la Unión Europea para alcanzar un acuerdo de libre comercio. La agricultura surafricana, muy competitiva, choca con los intereses de los países mediterráneos, por lo que existe cierta irritación ante lo que se considera una actitud negativa de España.

Los Reyes se desplazarán hoy al parque Kruger, una reserva animal en la frontera con Mozambique, desde donde emprenderán viaje a Namibia, la segunda y última escala de su visita al sur de África.

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