Portugal ordena la salida de un presunto colaborador de ETA tras negarle el asilo

El pleno del Tribunal Supremo Administrativo (TSA) de Portugal ha denegado el asilo político al presunto colaborador de ETA José Luis Telletxea Maia y le ha concedido 15 días para abandonar voluntariamente el país.En caso de que no lo hiciera, Telletxea, reclamado por la Audiencia Nacional, sería detenido y expulsado a un tercer país. La decisión judicial es definitiva y no admite ningún recurso, según afirmó ayer su abogado en Lisboa, Alfredo Gaspar.

El letrado explicó que el plazo de expulsión comenzará a contar una vez que a Telletxea le sea notificada personalmente la sentencia, hecho que podría haberse producido ya, dado que reside actualmente cerca de Lisboa. Alfredo Gaspar afirma desconocer el país que podría acoger a Telletxea, aunque aventuró la posibilidad de que su destino pueda ser Cabo Verde, donde aún se encuentran varios deportados, o algún país de Suramérica.

Telletxea fue detenido en marzo de 1996 en el aeropuerto de Lisboa cuando iba a salir hacia Venezuela con documentación falsa. Las autoridades judiciales españolas pidieron su extradición, acusado de trasladar de Francia a España a activistas de ETA y abundante material explosivo. En concreto, la Audiencia Nacional le acusa de realizar más de 30 pasos de frontera ilegales y haber trasladado a España cerca de 500 kilos de amonal que, supuestamente, fueron usados en diversos atentados, entre ellos el perpetrado contra el cuartel de la Guardia Civil en Llodio (Álava) el 26 de junio de 1985.

Las autoridades judiciales lusas denegaron su extradición a España mediante una polémica sentencia que provocó un serio malestar en el seno del Gobierno español. El Tribunal Supremo luso ordenó su libertad en febrero de 1997 alegando que las acusaciones que se le imputaban fueron obtenidas mediante torturas y sostenía que el amonal, sin detonadores, no constituía "material dañoso". Posteriormente, Telletxea solicitó el asilo político al Ejecutivo portugués, cuya negativa fue recurrida ante el Supremo que ahora ha rechazado en firme esa petición.

Su falta de documentación española en regla va a provocar un nuevo conflicto a las autoridades lusas que arrastran desde hace casi tres años un problema del que se quieren librar, sin dañar sus relaciones con España. Las autoridades españolas sólo pueden concederle un pasaporte o salvoconducto temporal para entregarle a las autoridades judiciales, algo que parece bastante improbable, y Portugal no puede ofrecerle ninguna documentación como refugiado.