Mercedes-Benz elige Vitoria para invertir 601 millones de euros en una nueva furgoneta

La planta de Mercedes-Benz en Vitoria ha ganado la carrera por adjudicarse la fabricación de la nueva furgoneta que sustituirá a la Vito frente a la competencia de Polonia y Alemania. La llegada del nuevo modelo supondrá una inversión de 601,01 millones de euros (100.000 millones de pesetas), que aumentará 300.000 metros cuadrados -en torno a un tercio- las actuales instalaciones. El Gobierno vasco prevé aportar unas ayudas de 40 millones de euros (6.700 millones de pesetas), que quedan pendientes de autorización de la Comisión Europea.

Los responsables de Mercedes- Benz España, presidida por Carlos Espinosa de los Monteros, justificaron ayer la decisión de DaimlerChrysler en la capacidad y especialización para la producción de vehículos industriales de este centro, "demostrada ampliamente con el éxito que sus productos Vito y [el monovolúmen] Clase V tienen en los principales mercados europeos". Vitoria fabrica en exclusiva la furgoneta Vito.La decisión fue adoptada ayer por el comité de dirección DaimlerChrysler y supondrá la ampliación de las instalaciones en 300.000 metros cuadrados y la producción de 90.000 vehículos desde el 2003, fecha en que declinará la producción de los actuales modelos. Ésta es la mayor inversión extranjera realizada en Euskadi, y el Gobierno vasco prevé otorgar unas ayudas de 6.700 millones de pesetas (unos 40 millones de euros), que quedarán pendientes de la autorización de la Comisión Europea.

La decisión de la multinacional supone garantizar la continuidad de la planta, donde ahora trabajan 3.200 personas, al menos en 10 años más. Mercedes-Benz, que produce en su planta de Vitoria más de 70.000 vehículos al año (el 80% del modelo Vito), se instaló en Vitoria hace 40 años, aunque fue en 1991 cuando dio un espaldarazo a la planta con la adjudicación de los modelos que ahora se producen. Las inversiones en la planta a lo largo de estos años rondan una cantidad cercana a las que ahora se anuncian. La facturación de Mercedes-Benz España en 1998 fue superior a los 350.000 millones de pesetas (2.103,5 millones de euros), casi un 15% más que el año anterior.

La empresa no ha comunicado si va a aumentar la plantilla, pero en la adjudicación a Vitoria del nuevo vehículo ha jugado un papel esencial la flexibilización de las relaciones laborales. Espinosa de los Monteros, cuando anunció el pasado marzo que Vitoria optaba a la fabricación del sustituto de la Vito, pidió un cambio en las condiciones de trabajo. El primer paso se dio en junio, tras establecer CC OO, UGT y ELA un nuevo marco laboral que permitía trabajar los sábados en función de las necesidades del mercado con un tope de 12 horas por empleado o la posibilidad de trabajar en turnos de hasta nueve horas. En contrapartida, la empresa se comprometió a convertir en fijos a 1.000 trabajadores, de los cuales 700 ya han regularizado su situación. En este acuerdo se estableció también una reducción de jornada anual para 1999 de ocho horas y de otras ocho para el año 2001.

Este primer paso se cerró ayer con la firma de un preacuerdo de convenio colectivo que establece una vigencia de cuatro años, una novedad en el sector de la automoción, y determina que las subidas salariales se fijen para los años 2001 y 2002 un punto por encima del incremento del coste de la vida en la UE. Además, el acuerdo de junio se incorpora al convenio, que se va aprobar sin votación asamblearia. El diputado general de Álava, Félix Ormazábal, agradeció que las empresas sigan apostando por Álava "en momentos en los que se duda sobre la aplicación del sistema tributario alavés", en clara referencia a la próxima resolución por la UE del expediente de ayudas a la instalación de la coreana Daewoo en Vitoria.