Un informe de 150 profesionales sanitarios afirma que Sanidad margina la salud mental
La red de salud mental en Cataluña sigue siendo la gran marginada dentro del sistema sanitario, y su lento desarrollo se ha producido al margen del resto de líneas de servicios. Éste es uno de los déficit de la red asistencial catalana que ha puesto de manifiesto la comisión asesora constituida en 1997 para elaborar un plan de servicios sanitarios y sociosanitarios de Cataluña. Las primeras conclusiones y propuestas de la comisión, integrada por 150 profesionales de entidades sanitarias, fueron presentadas ayer por el consejero de Sanidad, Eduard Rius, en el Parlament.
Coincidiendo con la celebración de la comisión de política social del Parlament, una quincena de entidades agrupadas en el Foro Salud Mental hizo llegar a los diputados y al consejero Rius un comunicado en el que expresa su "más extrema preocupación por el momento crítico por el que atraviesa el desarrollo de la red sanitaria para trastornos mentales". Las entidades integradas en el foro, proveedoras de servicios de asistencia pública en salud mental, recriminan al Servicio Catalán de la Salud "sus propuestas de crecimiento cero para los centros de salud mental de adultos y de infancia y juventud". El foro asegura en su comunicado que su preocupación es compartida por otras asociaciones de proveedores y profesionales y por agrupaciones de usuarios y familiares, y destaca que las propuestas "tan restrictivas" para la salud mental en Cataluña contrastan con la voluntad expresada por la Generalitat de dar prioridad a esta línea asistencial. Sobre estas cuestiones tratará también el I Congreso Catalán de Salud Mental que comienza hoy en Barcelona. Hace tres años, la red sociosanitaria de Cataluña sólo cubría el 70% de las necesidades reales. Las cosas han cambiado poco en lo que se refiere a salud mental. La comisión de profesionales constata que, "pese a las mejoras conseguidas en los últimos años, la salud mental no tiene todavía un desarrollo adecuado a las necesidades" y pide, entre otras medidas, impulsar programas de inversión pública o privada. Los representantes de la comisión solicitan la inserción de las urgencias de salud mental dentro del sistema general de urgencias, el impulso de servicios alternativos a la hospitalización y la coordinación de la atención primaria con la atención a los enfermos mentales. "La elevada frecuencia de consultas a la atención primaria, y los déficit de coordinación entre estas dos líneas de servicios tiene fuertes repercusiones en la evolución de la enfermedad", señala el informe. La reforma de la atención primaria es otra de las grandes asignaturas pendientes de la sanidad catalana, según la comisión. El informe proponen numerosas medidas generales, entre ellas la creación de un fondo de garantía similar al que existe en la banca o los seguros, para asegurar la continuidad de los proveedores sanitarios con dificultades económicas. Libertad de prescripción Los profesionales ponen de manifiesto la necesidad de buscar otras fórmulas de financiación de la sanidad pública, dada la insuficiencia de los presupuestos del Estado, y reclaman fórmulas para sanear "las insuficiencias financieras generadas en los últimos ejercicios, existentes todavía en el conjunto del sistema nacional de salud". En el trabajo se reclama impulsar "de forma urgente y perentoria un cambio legislativo y organizativo para hacer más eficaz la prescripción farmacéutica". Los expertos expresan su preocupación ante "la plena libertad de prescripción farmacéutica por parte del médico establecida en el nuevo estatuto del personal del Sistema Nacional de Salud". En cambio, proponen establecer "una libertad responsable que permita la evaluación del coste y de la eficacia de las prescripciones".
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