La Guardia Civil planea el control de los criadores de perros

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, anunció ayer en Mallorca una campaña para verificar los permisos sanitarios y administrativos de los criadores y administradores de perros y el tipo de entrenamiento que imparten. La operación, que comenzará la próxima semana y se prolongará tres meses, se desarrollará con las policías autonómicas y locales, y persigue investigar las peleas ilegales. Además, se elaborará un censo de canes peligrosos.Valdivielso aprovechó una visita a la isla de Mallorca, donde el 29 de enero pasado un niño murió tras ser atacado por un dogo argentino, para dar a conocer las medidas extraordinarias que desarrollará la Guardia Civil en los próximos meses. El máximo responsable del instituto armado destacó que, además de la cooperación institucional, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), dependiente de la Guardia Civil, contará con la ayuda de las asociaciones protectoras de animales y los criadores.

El portavoz de la recién creada Asociación Nacional de Víctimas de los Animales, Tomás Fernández, subrayó ayer que "las agresiones surgen porque nadie hace que se cumpla la ley". Fernández, que hoy inscribirá a su entidad en los registros, centró el problema en los dueños de los animales y anunció que propondrá que las administraciones se hagan responsables de los ataques que cometan los perros abandonados.

En lo que respecta a las peleas de perros, existe un teórico arsenal administrativo para combatirlas. Las leyes de las comunidades preven multas desde 250.000 a tres millones de pesetas. El registro de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas fija sanciones de hasta un millón.

La ley de 1987 sobre Juegos de Suerte, Envite o Azar señala multas que van desde medio millón a cinco millones de pesetas. Y la ley de 1992 sobre Protección y Seguridad Ciudadana (la famosa ley Corcuera) contiene sanciones desde las 50.000 a los cinco millones de pesetas, si se demuestra que la pelea se ha desarrollado en un local no autorizado o se ha organizado un espectáculo, cosa difícil de probar, ya que los combates se organizan en propiedades privadas.