Zedillo pide a Clinton que deje a México hacer su propia política antidrogas
México pidió ayer a EEUU que ponga fin al sistema de certificación contra el narcotráfico por entender que daña el buen entendimiento bilateral y es contrario al derecho internacional y al espíritu de la Convención de Viena de 1988 contra el Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Psicotrópicas, aunque sea una legislación interna. Con motivo de la breve visita del presidente estadounidense Bill Clinton, que concluye hoy en Mérida, el fiscal general de la República, Jorge Madrazo, fue más allá al afirmar que el sistema de medición norteamericano puede llegar a beneficiar a los narcos.
La cooperación antidrogas, y el combate contra el blanqueo de capitales fueron puntos fundamentales abordados por los dos gobernantes en la hacienda Temozón, a 45 kilómetros de Mérida, una edificación del siglo XIX, exponente del auge y decadencia de la oligarquía criolla del Yucatán, la llamada casta divina. Fuentes oficiales dijeron que el Gobierno de Zedillo no sólo desaprueba el tener que someterse a la reválida antidrogas, sino que objeta la existencia de la certificaciòn (sistema por el cual el Congreso de EEUU puede paralizar las ayudas a países que, a su juicio, no se esfuezan en la lucha contra las drogas)."Nosotros hacemos nuestro trabajo y no pensamos en la certificación de Estados Unidos ", declaró Madrazo, que formó parte de la delegación oficial. "Lo único que esperamos es que pueda desaparecer porque no beneficia a nadie, a menos que sean los narcotraficantes los que resulten beneficiados con este tipo de medidas unilaterales".
La certificación de EEUU, prevista para finales de mes y que afecta a 22 países, será favorable a México casi con toda seguridad. Los dos presidentes anunciaron un acuerdo para medir la efectividad en la lucha antidrogas en el marco de la alianza estratégica establecida por sus Gobiernos en mayo de 1997. Cálculos no oficiales, elaborados por sectores favorables a políticas más severas contra México, aseguran que 350 toneladas de cocaína cruzan anualmente sus fronteras hacia EEUU, el 60% del total ingresado.
Además de los asuntos relacionados con el narcotráfico, los problemas causados por la emigración ilegal hacia suelo norteamericano ocuparon el segundo lugar de la agenda. Diariamente, cerca de 2.000 mexicanos intentan cruzar la frontera y sumarse a los ocho millones de compatriotas que ya viven al otro lado. Del encuentro salieron nuevos mecanismos que eviten la muerte de ilegales durante el cruce de los 3.200 kilómetros de frontera, la creación de una comisión de control de los abusos policiales contra ellos, y medidas de protección de los indocumentados empujados por la pobreza hacia California, Florida, o Nueva York.
Los dos países han suscrito diez convenios de cooperación, tres memorandos sobre cooperación para el desarrollo, otro sobre violencia familiar, y quedó lista una línea de crédito de 4.000 millones de dólares (unos 580.000 millones de pesetas), destinada a fomentar las compras mexicanas en EEUU. México es el segundo mercado más importante de las exportaciones norteamericanas, después de Canadá, y tras haber superado a Japón. Clinton destacó el éxito del Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México. "Hay que ampliar esta cooperación a todo el continente" a través del Area de Libre Comercio que se pretende crear en las Américas. En ese sentido, Clinton afirmó que está "cerca de las Américas y, en particular, con el presidente brasileño [Fernando Henrique] Cardoso".
La "senadora" Hillary
Nada dispuesto a contestar preguntas sobre el caso Lewinsky, el presidente estadounidense comunicó a sus asesores la suspensión de la conferencia de prensa que habitualmente se desarrolla tras una visita oficial. La noche del domingo, festividad de San Valentín, Clinton y su esposa, Hillary, cenaron con el presidente anfitrión, Ernesto Zedillo, y su esposa, Nilda Patricia. Durante el viaje a Mérida, a bordo del Air Force One, el matrimonio del norte se exhibió amoroso ante el pasaje de periodistas acreditado, a quien el presidente ofreció chocolates en una enorme caja rosada en forma de corazón. "Feliz San Valentín. ¿Alguna vez vieron un corazón más grande que éste?". Además, Clinton hizo un regalo a su esposa al manifestar: "Creo que sería una magnífica senadora [Hillary], pero es una decisión que ella no ha tomado todavía".
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