El Parlamento vasco acusa a la Audiencia Nacional de "ignorar la voluntad" del pueblo

Los partidos nacionalistas inauguraron ayer el periodo de sesiones del Parlamento vasco con el apoyo explícito a los diputados de EH en prisión preventiva José Antonio Urrutikoetxea y José Antonio Etxeberría. La alianza de PNV, EA y EH, sacó adelante una proposición que descalifica a la Audiencia Nacional, que les denegó el permiso para acudir a la la Cámara, por vulnerar sus derechos como parlamentarios e "ignorar la voluntad" del pueblo. En medio de un tenso debate, los socialistas acusaron al PNV de "ir como perritos falderos detrás de HB" y "dar bofetadas a las víctimas de ETA". El crispado panorama político desde los comicios autonómicos dio paso a la confirmación del abismo entre nacionalistas y PP y PSE.

Desde que el 12 de septiembre los partidos nacionalistas e IU firmaron la declaración de Lizarra (Estella), la alianza de los nacionalistas está resultando inquebrantable. Ayer oficializaron sin pestañear el acuerdo parlamentario que desautoriza a la Audiencia Nacional por impedir la presencia en la Cámara de los dos reclusos preventivos, electos de EH, tras la polémica por la inclusión de uno de ellos, el ex dirigente etarra Urritikoetxea, Josu Ternera, en la Comisión de Derechos Humanos y apenas dos días después de la bronca por la cesión de la Cámara vasca al autodenominado Parlamento kurdo en el exilio. De nada sirvió que los partidos de la oposición criticaran las prisas del PNV anteponiendo todos esos debates a las coacciones y presiones contra los cargos públicos del PP o que forzaran una votación secreta con la esperanza de que alguno de los 21 diputados peneuvistas reconsideraran su voto. En el bloque nacionalista no hubo fisura alguna. De los 41 parlamentarios que suman, 39 votaron a favor de la censura (21 del PNV, 12 de EH, ya que los otros dos están en la cárcel, y seis de EA) a la decisión de la Audiencia Nacional, corroborada después por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para el caso de Etxeberria, imputado por el caso de la financiación de ETA. Donde sí hubo desconcierto fue en las filas del PP (16) y PSE (14): 26 votaron en contra y tres de sus votos fueron nulos.

En la proposición no de ley se acusa a la Audiencia Nacional de ignorar "la voluntad de este Parlamento y de la sociedad vasca" e incorpora un requerimiento al presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, para que solicite al Tribunal Superior de Justicia vasco que se haga cargo de los sumarios de los dos diputados de EH, si bien esta instancia ya ha asumido el caso de Etxeberria tras la decisión del Supremo de desglosar la causa en la que está imputado.

El portavoz del PSE, Fernando Buesa, espetó al PNV que la situación de los presos electos que no pueden acudir a la cámara por decisiones judiciales no es nueva. Tras citar al candidato a lehendakari de HB en la tercera legislatura, Juan Carlos Yoldi, Buesa reprochó al partido de Xabier Arzalluz que defienda a Ternera: "Sólo si HB se suma a su minoría ustedes podrán justificar su apuesta política. Ustedes van como perritos falderos detrás de HB". La dura intervención de Buesa llegó a su punto álgido cuando, una vez cuestionada la política de pacificación del propio lehendakari, Juan José Ibarretxe, y descalificada la "prepotencia" del grupo nacionalista, les acusó de "dar bofetadas públicas a las víctimas del terrorismo mientras pierden el culo para defender la presencia de Ternera en la comisión de Derechos Humanos".

El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, ahondó en los mismos argumentos. En un tono más suave pero no menos firme acusó a los peneuvistas de pagar un "peaje político" a EH, y criticó la "servidumbre que PNV y EA tienen hacia sus nuevos socios, a pesar de que no han condenado la violencia". Una condena que podría producirse puertas adentro si, como ayer sugirió el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, pacta una declaración privada con el PNV y EA. Sin embargo, la respuesta más dura de los nacionalistas no vino de Otegi, sino del portavoz de EA Rafael Larreina: "Desde luego nuestra alianza es mucho más democrática que la guerra sucia y el GAL".