La vida secreta de las focas
Cámaras instaladas en la cabeza de estos mamíferos desvelan sus hábitos de caza a 350 metros bajo el agua.
Las formas de pesca de los mamíferos marinos y los trucos que les permiten sobrevivir en ambientes muy hostiles como los mares antárticos cubiertos de hielo eran en gran parte desconocidos para los científicos. Ahora, tras dotar a varias focas de cámaras y otros sensores y seguirlas continuamente durante dos días y medio, aquéllos saben algo más sobre cómo se siente una foca en su ambiente y los trucos que utiliza para sorprender a los peces y capturarlos. Las focas de Wedell, sobre las que se ha hecho el trabajo en los dos últimos años, viven en la Antártida y pescan sumergiéndose repetidamente a grandes profundidades bajo el hielo permanente mientras aguantan la respiración. Deben encontrar sus presas en condiciones de baja luminosidad y a una profundidad de entre 100 y 350 metros, aunque se han registrado inmersiones de hasta 700 metros. Su dieta se basa en los pescados locales, entre ellos el bacalao antártico.
Los investigadores trabajaron en el estrecho de McMurdo, en la Antártida. Sujetaron en el dorso y en la cabeza de cuatro focas adultas, un sistema especialmente diseñado, con una pequeña cámara de vídeo en la cabeza y otros sistemas de registro que proporcionaban datos sobre el tiempo, la profundidad, la velocidad del agua y la orientación una vez por segundo. Se registraron también la frecuencia de utilización de las aletas y el sonido ambiente. Las grabaciones se prolongaron durante 57 horas.
Los resultados, que los investigadores presentan en la revista Science de hoy, relativos a la campaña de 1997, indican que las focas utilizan la visión en vez de algún tipo de sonar o de estímulo auditivo, ya que se acercan a los bacalaos por debajo, para distinguir su silueta sobre el hielo. Además, los encuentros no siempre son agresivos, sino que algunos parecen ser de tanteo, y su resultado depende de lo grande que sea la presa y de su respuesta. Otro descubrimiento es que las focas soplan por debajo de la capa de hielo de hasta un metro de espesor para hacer salir peces más pequeños de las grietas donde se esconden y entonces capturarlos.
