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CC OO denuncia que en Madrid hay unos 5.000 niños inmigrantes que no van al colegio

CC OO calcula que en Madrid hay 5.000 chavales inmigrantes, la mayoría adolescentes, que no van a la escuela. Atribuye este problema a la penuria que sufre parte de la población extranjera y que lleva a que al menos 300 de estos chicos estén trabajando. El sindicato se ha basado en un dato: el número de niños inmigrantes empadronados en edades de escolarización obligatoria (de 6 a 16 años) es mucho mayor que el de chicos extranjeros inscritos en los colegios.

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El sindicato admite que no hay trabas para matricular en los colegios a los niños inmigrantes aunque carezcan de permiso de residencia. Pero critica algunas dificultades que encuentran los chicos sin papeles para la obtención de títulos como el certificado de estudios y para las prácticas de formación profesional.Jaime Cedrún, secretario general de enseñanza de CC OO en Madrid, explica que, según el último padrón de 1996, en la región hay empadronados 14.598 chavales extranjeros de 5 a 14 años y, sin embargo, los datos del curso pasado reflejan que en esos tramos de edad sólo estaban escolarizados 11.714 alumnos inmigrantes. ¿Dónde están esos 2.876 menores censados, pero que no aparecen matriculados en ningún lugar?, se pregunta. A ellos añade otros tantos que han podido llegar desde 1996 o los que ni siquiera están censados, la mayoría de ellos en situación irregular. CC OO sospecha que esos chicos son en gran parte adolescentes que, como otros menores de ambientes deprimidos, abandonan la escuela antes de tiempo para ayudar a su familia o porque sus dificultades con el castellano y el sistema educativo español les desmotivan.

Cedrún considera que en Madrid el porcentaje de escolares de otras culturas es bajo: 18.637 alumnos el curso pasado, un 2% del total. Los hay de países ricos, como los comunitarios, Estados Unidos o Canadá, pero tres de cada cuatro proceden de zonas con graves problemas económicos y políticos, como el Magreb, Latinoamérica o la Europa del Este. Son estos niños de zonas empobrecidas los que más precisan de apoyo especial, ya que a las diferencias culturales y de lenguaje se une que, a menudo, las condiciones de sus familias son difíciles por la precariedad laboral, el desarraigo y el hacinamiento. "La situación actual se puede abordar sin dificultad, pero nosotros vemos una serie de sombras que hay que resolver", explica Cedrún. Considera que el Ministerio de Educación y Cultura, y proximamente la Comunidad de Madrid, deben evitar que estos chiquillos se concentren en unos pocos centros, como sucede ahora, y dotar a las escuelas de más profesorado de apoyo. "Hay que procurar que estos chavales aprendan el idioma y cojan el nivel cuanto antes para que no se aburran en el aula", concluye.

La normativa de compensación de desigualdades en la escuela establece que en los centros no debe de haber más de un 20% del alumnado de una minoría étnica. Pero en algunos colegios eso no se cumple.

El 60% de los niños inmigrantes viven y estudian en la capital, sobre todo en los distritos de Centro, Chamberí, Puente de Vallecas y Carabanchel. El 77% acuden a centros públicos.

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CC OO resalta que son muy pocos los chicos de países pobres que llegan a los niveles superiores de educación. Y pone como ejemplo el caso de los niños marroquíes, de los cuales, el curso pasado sólo 26 estudiaban BUP; 11, el bachillerato LOGSE, y 5, COU. Sin embargo, 97 cursaban la formación profesional.

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