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Anguita: "La Asamblea de Municipios Vascos no tiene representatividad alguna"

Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida (IU), descalificó ayer la Asamblea de Municipios Vascos celebrada el domingo en Pamplona, a la que negó representatividad y prefirió llamar "de cargos públicos". Y, aunque reconoció que "ya no hay tiros en la nuca", reclamó el fin de la violencia y la constitución de un nuevo foro. El líder de IU se ha lanzado a una febril actividad para difundir su programa entre los propios militantes de la organización. Sus trabajos, más cercanos a una auténtica campaña electoral, intentan recuperar el voto perdido que muestra cada sondeo.

"La Asamblea de Municipios Vascos no tiene representatividad alguna. Es una asamblea de cargos públicos, sin potestad alguna para tomar decisiones en nombre de sus ayuntamientos", dijo ayer Julio Anguita, en lo que se ha interpretado como un distanciamiento de Izquierda Unida de lo que el propio dirigente calificó de "frente nacionalista". Anguita piensa que sólo IU tiene razón al mantener su postura en el País Vasco. Lo dijo ayer con la rotundidad que tienen los que creen en las ideas por encima de la realidad: "Sólo IU mantiene la coherencia en el País Vasco".

La coherencia es reivindicar el pacto de Ajuria Enea o la creación de un nuevo foro. O defender, contra viento y marea, la presencia de IU en Estella (Lizarra).

Anguita considera que la violencia no ha terminado mientras sigan las amenazas, las cartas o las advertencias de ETA. Pero también piensa que la situación actual supone un salto cualitativo importante -"no hay tiros en la nuca ni bombas"- y defiende el traslado de los presos etarras a las cárceles de Euskadi.

Sus principios le llevaron ayer a negar cualquier legitimidad a la asamblea de "cargos públicos" celebrada el domingo en Pamplona. "No ha habido ninguna decisión de plenario en esos ayuntamientos. Sólo ha habido una presencia, a título personal, de los que han sido elegidos como concejales. Pero no representan a los ayuntamientos".

Lo afirmó un Anguita que, desde el Ayuntamiento de Córdoba, como alcalde, participó - "siempre con el apoyo del plenario"- en el proceso constitucional. Por eso señaló que hay diferencias importantes entre lo que los alcaldes hicieron entonces y lo que los concejales vascos hacen ahora. Y eso -recordó- lo dice quien cree en las asambleas, en las decisiones tomadas por los órganos de dirección. Él, por ejemplo, es -nada más- un mero ejecutor de las decisiones adoptadas en IU. Y una decisión de IU es, precisamente, la que Anguita se dispone a poner en marcha.

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Irá a Murcia, a Segovia, a La Rioja, a la Comunidad Valenciana, a Palencia... Anguita está dispuesto a acudir a donde le llamen. En Extremadura estará con el premio Nobel José Saramago.

Hace poco, la pasada semana, estuvo en Madrid y habló ante dirigentes locales y autonómicos. Les explicó cuáles son las líneas programáticas de IU. "Ahora ellos explicarán en las asambleas cuál es nuestra postura", dijo ayer.

Pero la postura de IU no está tan clara como Anguita quiso presentar ante la prensa. En su opinión, todo parte de un supuesto falso: las encuestas no tienen credibilidad. Por consiguiente, IU no está en mala posición. Está como siempre. No importa que los resultados electorales en el País Vasco hayan dejado la presencia de su organización casi en niveles simbólicos.

Anguita ya no tiene en IU adhesiones incondicionales. Para algunos, incluso, la situación es casi aquélla de que "el último, que apague la luz". Ayer mismo representantes de la Tercera Vía le acusaban de tener su mensaje agotado. Pero Anguita se niega a aceptar el retroceso de IU.

El calendario y el mensaje que ayer presentó Anguita es un salto desesperado hacia una campaña electoral anticipada. Él mismo lo dijo: "A los militantes hay que explicarles cuáles son nuestros objetivos. Cuál es nuestro programa. Porque no tenemos ninguna ayuda de los medios de comunicación. Todo lo contrario. Los medios juegan contra nosotros".

Anguita parte de la idea de que IU tiene razón. De que su mensaje es veraz y cierto. Y hace ver que hay cierta conjura de los medios contra su organización.

Que su mensaje sea sincero nadie se lo niega. El problema es que ese mensaje no tiene reflejo ni en las encuestas ni en las urnas. No importa. Para Anguita eso no tiene importancia. Hay errores. Pero son del electorado. Lo malo es que, aunque lo fueran, son los que deciden.

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