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LUTO EN JORDANIA

Los relevos pendientes en Oriente Próximo

La muerte del rey Hussein significa no sólo la desaparición de uno de los actores principales del ajedrez político de Oriente Próximo sino que también anuncia el cambio generacional que inexorablemente se operará en el poder de los países vecinos en los próximos años. Unas transiciones políticas por venir que se presentan tan inciertas como difíciles. Siria. En los próximos días, elegirá su líder para los próximos siete años. El candidato único, como ocurre desde 1971, es otra vez el presidente Hafez el Asad, de 69 años. Pero Asad está seriamente enfermo desde hace más de una década y las especulaciones sobre quién será su sucesor aumentan cada año en una zona, como el mundo árabe, donde la tradición dinástica y el Ejército tienen un peso enorme. Tras la muerte en 1994 en accidente de coche de su hijo Basil, popular en las Fuerzas Armadas y considerado su heredero, todas las apuestas señalan a su otro hijo, Bashar, de 34 años, oftalmólogo educado en Londres y teniente coronel del Ejéricto sirio desde 1997. Los analistas visualizan en el futuro una dirección colegiada en torno al actual vicepresidente, Abdelhalim Jadam, en la que participe Bashar.

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El testamento del monarca

Arabia Saudí. El septuagenario rey Fahd, en el poder desde 1982, sufrió una embolia cerebral en 1995 y cedió el control del reino a su hermano y heredero, el príncipe Abdalá, de 75 años, jefe de la Guardia Nacional. Abdalá tiene que encarar la rivalidad del príncipe Sultán, de 74 años, el tercero en la línea de sucesión al trono; del príncipe Salmán, el influyente gobernador de Riad, y del príncipe Saud al Faisal, ministro de Exteriores. La sucesión aquí es sin duda una ciencia aún menos exacta que la vieja kremlinología.

Egipto. El presidente Hosni Mubarak, 71 años el próximo 4 de mayo y en el poder desde 1981, se ha negado hasta ahora a designar un vicepresidente. Sus consejeros más cobistas le recomiendan que nombre para el cargo a su hijo Gamal. Mubarak, que goza de buena salud, se resiste, pero su desaparición (sufrió un atentado en 1995) produciría un peligroso vacío de poder en el país. Territorios palestinos. Yasir Arafat, de 70 años, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina desde 1969 y de la Autoridad Nacional Palestina desde 1996, se ha cuidado bien de que no surgiera ningún rival que desafiara su poder y no ha designado sucesor, pero su salud se ha deteriorado en los últimos años.

Irak. Sadam Husein tiene 62 años y aparentemente goza de buena salud. Tras el atentado contra su hijo Uday, su favorito, el benjamín Qusay ha asumido más responsabilidades, pero nadie habla aún de herederos.

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