Matutes justifica los controles en Gibraltar porque es un "foco de contrabando"

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, consideró ayer que los controles que se están efectuando en las salidas y accesos a Gibraltar son una "obligación" para España, ya que el Peñón dispone de un régimen aduanero distinto al comunitario, y es un "foco de contrabando". Matutes afirmó que los ciudadanos de Gibraltar, como miembros de la Unión Europea, disponen de libertad de movimientos, pero por el régimen aduanero distinto que rige en la colonia británica es necesario continuar con los controles. El ministro español de Asuntos Exteriores apeló a las autoridades británicas a poner en marcha el acuerdo firmado en 1987, que hasta el momento no se ha puesto en vigor, por lo que continuará aplicando una política exterior con respecto a Gibraltar con "verdadera autonomía" respecto a las propuestas del gobernador gibraltareño, Peter Caruana. Por su parte, el senador socialista gaditano José Carracao, que interpelará el próximo miércoles al Gobierno español sobre el conflicto pesquero con Gibraltar, critica tanto la postura del Reino Unido y su "política de hostigamiento" como la "incompetencia del Gobierno" español a la hora de solucionar esta crisis. En un comunicado, Carracao señala que el único responsable de la situación de tensión vivida en la zona es el Reino Unido, que "unilateralmente cambió el modus operandi que se mantenía hasta 1997 y cuya política de hostigamiento continuo a nuestro sector pesquero ha sido el origen de los incidentes".

Asegura que esta incompetencia "está siendo utilizada por el ministro principal de la Roca, Peter Caruana, para intentar avanzar en sus posiciones y como chantaje ante medidas de dureza reiteradamente anunciadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes".