_
_
_
_

Dos de los polizones de Palamós huyen de la vigilancia de sus tutores

Dos de los cinco menores marroquíes que llegaron a Palamós el pasado viernes como polizones del mercante Mendiondo y que fueron trasladados al centro de menores de la Generalitat de Puigvistós, en Girona, consiguieron huir de la vigilancia de sus tutores el pasado sábado. Los dos jóvenes, de unos 16 años, escaparon acompañados de otro interno del centro, de 13 años, y fueron detenidos por la Policía Local de L"Escala tras intentar robar dos motos.

Los adolescentes se fugaron cuando realizaban una visita a la población de Torroella de Montgrí junto con otros menores del centro de Puigvistós y acompañados por sus tutores. Éstos no pudieron evitar que, súbitamente, los jóvenes escaparan corriendo a toda velocidad. La fuga fue comunicada a los Mossos d"Esquadra a las 14.30, aunque no fue hasta dos horas y media después que la Policía Local de L"Escala obtuvo la primera pista de su paradero. La policía recibió una llamada en la que se advertía que tres muchachos que respondían a la descripción de los fugados estaban intentando poner en marcha una motocicleta, presuntamente robada hacía escasos momentos en otra zona del municipio. Los menores desistieron de su empeño. El segundo intento de robo lo efectuaron en el interior del patio de una casa, donde fueron sorprendidos en flagrante por la propietaria de la vivienda, cuando pretendían apoderarse de otra motocicleta. Los tres jóvenes emprendieron la huida en dirección a la vecina población de Albons. Fue en este municipio donde pudieron ser localizados y detenidos por la policía municipal de L"Escala. Los tres menores fueron trasladados a la comisaría de la policía autonómica de Figueres y reingresaron en el centro de menores de Puigvistós a la 1.12 horas. Los cinco polizones marroquíes, de edades comprendidas entre 9 y 16 años, emprendieron su viaje hacia Europa en la noche del martes, cuando partieron del puerto de Casablanca escondidos en la bodega del mercante Mendiondo, que transportaba 1.600 toneladas de mineral de barita. Después de permanecer toda la noche ocultos, los jóvenes golpearon los portalones de la bodega con pedazos de mineral hasta que fueron descubiertos por la tripulación. El navío, que ya había cruzado el estrecho, prosiguió su ruta hasta Palamós. El capitán advirtió por radio a las autoridades portuarias de la presencia de los polizones, por lo que la Guardia Civil les esperaba a su llegada a puerto. No se permitió que los menores bajaran a tierra inmediatamente, y sólo tras ocho horas de confinamiento en un camarote del barco, las autoridades decidieron hacerse cargo de los menores. Éstos fueron trasladados en un furgón de los Mossos d"Esquadra a dos centros de menores de la Generalitat. Dos de los adolescentes ingresaron en Girona y los tres restantes en Barcelona. Los signos de la victoria que hacían a través de un ojo de buey de la embarcación y sus sonrisas pícaras bajo las capuchas con que ocultaban sus rostros en el momento del desembarco traslucían su alborozo por el éxito de la audaz aventura. Los marineros, de origen gallego, explicaron que los polizones vivieron la travesía como una emocionante travesura y que los menores estaban convencidos de que nada más llegar los instalarían en un hotel lleno de lujos. La Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat deberá asumir la tutela definitiva de los cinco menores marroquíes si éstos se niegan a volver a Casablanca y no son reclamados por ningún familiar. Después de detectarse la presencia de menores marroquíes que deambulan por los suburbios de Barcelona, la Generalitat ha reconocido que le es difícil retener en sus centros a estos niños, que suelen huir a las pocas horas de ser internados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_