Convergència alerta contra la fragmentación del nacionalismo que pretende el Partido Popular
Las próximas elecciones deben dar paso a una cómoda mayoria nacionalista para poder afrontar los retos del pacto fiscal y para alcanzar mayores cotas de soberanía para Cataluña. Ese fue el mensaje que lanzó ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al término del consejo nacional de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). El mensaje tiene doble lectura: tanto desde el interior de Cataluña -mayoría con otros nacionalistas- como desde el resto de España -que CiU sea indispensable para la gobernabilidad-. Por eso las fuerzas políticas mayoritarias -PP y PSOE- intentan debilitar a CiU. Pujol manifestó: "No es la primera vez que nos encontramos con que el PP o los socialistas expresan la voluntad de desplazarnos dentro de Cataluña y de situarnos en una posición subalterna, ya estamos acostumbrados". "Piqué [el ministro portavoz] está diciendo que quiere volver a la situación política de 1979, en la cual el dominio político en Cataluña estaba en manos de partidos de obediencia estatal, porque el catalanismo político era débil y se podía prescindir de él", añadió. A su juicio, "el objetivo es disminuir el papel del aliado complementario" que es CiU y "reproducir aquí miméticamente la situación española". Por ello, Pujol manifestó: "Cataluña debe evitar la fragmentación del catalanismo político y tener una voz propia y ser fuertes en Madrid". El secretario general de CDC, Pere Esteve, recordó que el PP de Cataluña "hace tiempo que ha tenido la necesidad de buscar líderes fuera del partido por su incapacidad para generarlos", y recordó el fichaje del ex diputado de CiU, Josep Maria Trias de Bes, como cabeza de lista en Barcelona en 1996. Defensa de Comas También hubo críticas para el candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC, Pasqual Maragall. El presidente catalán se referió a la petición que anteayer hizo Maragall al PSOE para que hiciera "un gesto hacia Cataluña". Pujol consideró que los socialistas ya han hecho muchos gestos: "Limitar la cesión del IRPF al 15% y con topes ya fue uno; también nos negó el IVA minorista que sí dio a los vascos". El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, tampoco se libró del ataque de Pujol: "Ya tuvo un gesto negando el traspaso del aeropuerto de Barcelona a la Generalitat". El consejo nacional de CDC aprobó ayer una resolución en la que manifiesta "su adhesión y apoyo" al consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, en la polémica que mantiene con el Ayuntamiento de Barcelona sobre la construcción de residencias geriátricas en la ciudad. Pujol señaló que Comas es víctima de una campaña de erosión de los socialistas dirigida a su Gobierno. La resolución del máximo órgano de decisión de Convergència destaca "la importante actuación del Departamento de Bienestar Social en la ciudad de Barcelona" y defiende su derecho a explicar mediante anuncios en la prensa el conflicto que le enfrenta con el Ayuntamiento de esta ciudad.
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