Los subinspectores de tributos se declaran en huelga de celo indefinida

La Asociación de Subinspectores de Tributos celebró ayer una asamblea en la que decidió mantener con carácter indefinido el trabajo a reglamento o huelga de celo que el colectivo inició hace algo más de un año. Esto supone que persistirán en su actitud de no firmar actas de inspección, ya que consideran que éste es un trabajo que no les corresponde. La tensión sigue así al rojo vivo, pese a los recientes intentos del nuevo director de la Agencia Tributaria, Ignacio Ruiz Jarabo, de llegar a un acuerdo. Tanto una parte como la otra dan por rotas las negociaciones. Los subinspectores entienden que no se les reconoce desde el punto de vista profesional y económico el trabajo que desarrollan, y han pedido una comisión de arbitraje.

La Agencia Tributaria ha decidido tomar medidas y regular las funciones de los subinspectores sin el acuerdo de éstos. De hecho, éste fue uno de los desencadenantes de la dimisión del anterior director de la Agencia, José Aurelio García Martín, en diciembre pasado, junto a los intentos nacionalistas de desmembrar el organismo y la confusión en los resultados de la lucha contra el fraude.

Al respecto, la asamblea de subinspectores avaló ayer la petición de una comisión de investigación al Parlamento, ya que consideran que las cifras están manipuladas. Tras la asamblea, unos 600 subinspectores, según los convocantes, se manifestaron ante la sede de la Secretaría de Estado de Hacienda en Madrid.

Además, la asociación de subinspectores ha decidido presentar un recurso ante el Supremo contra el artículo 63 bis 3 del Reglamento de la Inspección (11 de septiembre de 1998), por considerar que perjudica sus derechos y los de los contribuyentes.