Puestos vitalicios o modelo alemán

El director general de Investigación de la Comunidad de Madrid, Francisco Rubia, siempre ha admitido que le gustaría contar con más dinero en su departamento. Con todo, recuerda que en la región se mueven cerca de 245.000 millones de pesetas, en torno al 2% de su producto interior bruto, para proyectos de investigación. Rubia -pianista ocasional, como demostró las pasadas navidades en la sede de la Presidencia regional ante 300 funcionarios y altos cargos de la administración autonómica- también ha lamentado en alguna ocasión esa fuga de cerebros de la que hablan los premiados por su departamento. En un desayuno de trabajo, la pasada primavera, reconoció que un personal "joven y valiosísimo, con un currículo espectacular", estaba encontrando dificultades para acceder a un puesto de trabajo en España. Y aportó una crítica audaz: "A mi juicio", dijo, "el problema está en que aquí los puestos vitalicios se obtienen demasiado pronto, y eso significa que las plazas están bloqueadas". Por eso, habría que tender al modelo alemán, donde los investigadores van renovando contratos bianuales y no consiguen uno indefinido hasta después de cumplir doce años de experiencia laboral.