Borrell afirma que Cascos hizo "de dobermann" en su despedida

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, declaró ayer en una rueda de prensa en la sede de la Agrupación Socialista Palmera que "Cascos representó ayer [por el viernes] a Cascos, recordando a cómo nosotros le representamos en la campaña electoral, como un dobermann". Borrell contestó así a las acusaciones que el vicepresidente lanzó contra el PSOE en su discurso de despedida de la secretaría general del PP, cuando aseveró que los socialistas confundieron "sus bolsillos con las instituciones" y que "lo que no consiguió en 13 años de mayoría absoluta Felipe González, quisimos y supimos hacerlo con una mayoría relativa, José María Aznar y el Partido Popular".Las formas utilizadas por el vicepresidente "muestran intolerancia hacia la política civilizada", en opinión de Borrell, quien, además, criticó a Aznar por anunciar desde La Moncloa los cambios en la cúpula de su partido. "Asistimos al nacimiento de un caudillín, que desde la ambigüedad y el autoritarismo práctico se aleja de las pautas democráticas establecidas", concluyó el candidato socialista.

Corrupción y amiguismo

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, quien está en Viena en una reunión con miembros del Partido Socialista Europeo, también contestó a Cascos. Almunia comentó que en el informe de gestión del hasta ayer secretario general del PP faltaron los casos de corrupción en su propio partido. "Desde la gomina del alcalde de León, hasta las acusaciones en relación con el amiguismo en la distribución de las subvenciones para las cuencas mineras, de las que Álvarez Cascos sabe muchísimo, ya que algunas han ido a parar a su médico de cabecera", afirmó Almunia. El secretario general del PSOE también recordó a los "innumerables" cargos públicos locales del PP con procesos judiciales abiertos.El portavoz de Relaciones Institucionales del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró preocupado por la presencia de Cascos en la vicepresidencia y acusó al presidente de estar detrás de sus ataques verbales, porque éste "siempre repite y hace lo que dice el señor Aznar". Rubalcaba declaró que las manifestaciones que hace el PP para mejorar las relaciones entre ambos partidos caen por su peso cuando Cascos entra en escena.

El vicepresidente insistió ayer en sus críticas y afirmó que sus palabras en el discurso de despedida iban dirigidas al Ejecutivo que había en España en 1996 y del que "tomó el relevo democrático Aznar y el PP en mayo de ese mismo año para hacer que España funcione".