Cataluña pagaría medio billón al Estado con el plan de Esquerra
Esquerra Republicana (ERC) quiere ir más allá que el resto de las formaciones políticas en su reivindicación de un nuevo sistema fiscal para Cataluña. La propuesta independentista, similar al cupo vasco, plantea que la Generalitat recaude todos los impuestos, tanto directos como indirectos, y disponga de capacidad normativa suficiente para modificarlos. A cambio, Cataluña contribuiría con unos 500.000 millones a las arcas del Estado destinados a un fondo de compensación interterritorial. El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, presentó ayer públicamente en Valls (Alt Camp) la propuesta de un nuevo marco de financiación para Cataluña que el partido independentista llevará a la comisión parlamentaria creada para abordar el concierto económico. Carod-Rovira definió el documento como el único posible para eliminar el "expolio fiscal" que sufre Cataluña por parte del Gobierno central, que cifró en 1,2 billones de pesetas. La iniciativa de ERC responde a un doble objetivo: la recuperación por parte de la Generalitat de la soberanía política y de la soberanía fiscal a partir del año 2001, cuando concluye el sistema de financiación autonómica con la cesión del 30% del IRPF. Competencias e incompetentes Soberanía fiscal significa que la Generalitat recaude y administre todos los impuestos, tanto los directos (IRPF) como los indirectos (el IVA y los que gravan el tabaco y los carburantes). Ello implicaría, además, que el Gobierno autónomo tendría suficiente capacidad legal para modificar los tramos impositivos y adecuarlos a las necesidades económicas coyunturales, rompiendo incluso la denominada caja única. ERC ha calculado que la Generalitat obtendría con este sistema unos 900.000 millones de pesetas adicionales, con lo que los fondos administrados por Cataluña superarían los 2,8 billones. La consecución plena de la soberanía fiscal y política tendría dos fases: en los primeros cinco años, Cataluña reduciría en un 25% su déficit fiscal con el Estado, y en 10 años tan sólo aportaría el fondo de solidaridad. En el documento, los independentistas obvian cualquier referencia a la política financiera de CiU, aunque Josep Lluís Carod- Rovira no ahorró críticas a este modelo cuando se le preguntó por él en rueda de prensa. El secretario general lo definió sucintamente: "La Generalitat está vacía de competencias, pero llena de incompetentes". Asimismo acusó a los diferentes gobiernos convergentes de haber desaprovechado sus pactos de gobernabilidad con socialistas y populares para conseguir mayores cuotas de autogobierno para Cataluña, y lanzó una dura denuncia contra el Gobierno de la Generalitat: afirmó que ha adjudicado a empresas privadas vinculadas a CiU servicios públicos que los gobiernos centrales no cubrían en Cataluña. Josep Lluís Carod-Rovira puso como ejemplo las concesionarias de autopistas, ACESA y Aucat, y el túnel del Cadí.
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