Vivir en Tollos
Recibir cualquier medicamento a la puerta de casa es un privilegio al que muy pocos pueden acceder. Máxime si llegan una hora después de la visita del médico y sin necesidad de aguardar tediosas colas de ambulatorio. En una sociedad masificada estas cosas cuestan de creer. Pero en Tollos, el menor de los municipios de la provincia de Alicante, son realidad. Eso y una gran tranquilidad que se acentúa los días de enero con la recogida de la cosecha de olivas. Entonces se convierte en misión imposible tropezarse con cualquiera de los 50 habitantes censados, pero de los que en realidad viven allí no más de 12. De repente, las pisadas y el comentario del médico Albert Pons y la enfermera Ana Cencerreado devuelven la vida a Tollos. Aún no son las doce del mediodía y la pareja acaba de concluir la visita que cada lunes y jueves realiza a los pacientes de Tollos para regresar a Balones y Benilloba, dos poblaciones vecinas en la misma comarca de El Comtat en las que se encuentran las escuelas más cercanas. "Hoy no hay nadie, están todos recogiendo olivas. Es mal día para las visitas", ratifican. "Cuando de verdad hay gente es en agosto. Salen hasta por debajo de las piedras", señala el doctor. Con el calor, las vacaciones o los fines de semana se llenan prácticamente las 68 viviendas que se alzan en Tollos, la más antiguas de las cuales son anteriores a 1950. Ni escuela, ni bancos, ni farmacia, sólo hay un buzón de correos y una cabina junto a la plaza. En esta población, cuyo último presupuesto municipal ascendió a 15 millones de pesetas, las casas se caracterizan por un refinado estilo rústico. Así la están reformando para sus hijos Carlos y María Luisa, un matrimonio que valora en extremo la "tranquilidad" que como un lujo mantiene Tollos. "Tenemos todos los servicios; el verdulero viene dos veces a la semana, el panadero, día sí, día no; el viernes el pescadero y al día siguiente el carnicero", explica María Luisa. Sienten, eso sí, la carencia de jóvenes que perpetúen el pueblo, donde el 90% de los habitantes forman parte de la denominada tercera edad. Verity Peterson es una inglesa que descubrió Tollos, a través de una revista, hace cuatro años y decidió asentarse allí junto a su marido David y sus dos hijos, después de cerrar un capítulo de 15 años de frenética vida en Madrid. A sus 51 años, Verity se gana la vida como traductora de textos, que recibe y envía vía módem desde casa. Quien sí ha de salir de casa para nutrir la economía familiar es su esposo, al cargo del bar. "A David siempre le ha gustado la cocina. Cuando el alcalde le propuso hace unos meses que se encargara del bar, dudó un poco. Ahora siempre lo tiene lleno, incluso vienen de fuera". Muchos de sus clientes son extranjeros que han fijado su residencia de invierno al calor de las playas alicantinas y durante la semana se dedican a recorrer las vecinas localidades de montaña para llegar hasta recónditos pueblecitos en busca de buena y barata gastronomía. El ejemplo de esta matrimonio ha servido al alcalde de Tollos, José Joaquín Nadal, para atraer vecinos jóvenes. "Es un sitio óptimo para desarrollar un trabajo liberal como el de Verity a cambio de una calidad de vida que no ofrecen las grandes ciudades". Nadal se ha propuesto sacar el máximo jugo de los atractivos medioambientales de Tollos y sus posibilidades de turismo rural, senderismo... La gerencia del Centro de Desarrollo Rural (Ceder), que José Joaquín Nadal compatibiliza con el cargo de alcalde, le permite estar al día de todo tipo de subvenciones. En su despacho del ayuntamiento de Tollos, el proyecto que con más fuerza ansía el primer edil es la puesta en marcha de un centro asistencial al que puedan dirigirse las personas mayores de Tollos en busca de atención y que ofrezca la posibilidad de empleo a dos o tres jóvenes. Esto mismo fue lo que le transmitió al presidente de la Diputación de Alicante, Julio de España, que el pasado lunes estuvo de visita por la menuda localidad. A cambio del apoyo económico para Tollos el presidente mostró interés por la explotación de un pozo con abundante agua del municipio.
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