La Paz

He leído en estos días algunas críticas al servicio de urgencias del hospital de La Paz, gestionado por el Insalud. Pues bien, a todo lo dicho (falta de espacios confortables, temperatura insoportable, deficiencias en la megafonía, carencia de máquinas de comida-bebida, tiempos de espera eternos, etcétera) habría que añadir la falta de organización y de eficiencia.El pasado sábado 23 de enero tuve que acompañar a un familiar cuya asistencia era urgente, según el médico del ambulatorio que le atendió una vez hecho el aviso. Registrado como enfermo en La Paz a las doce del mediodía, hubo de esperar hasta las tres de la tarde para que le realizaran una placa y una analítica . Después de otras cinco horas de espera en los pasillos, por supuesto, una doctora nos comunica que deben realizar nuevos análisis porque se habían perdido. Dado que el tiempo de espera de los resultados está estandarizado en tres-cuatro horas, según se nos informó, propusimos llevarnos a casa al familiar y volver al cabo de ese tiempo, dado el estado físico del familiar y el cansancio de sus acompañantes. Pues no, eso no era posible. ¡En Urgencias hay que esperar o sufrir 12 horas para recibir un diagnóstico! Ante nuestras protestas y ante la evidencia, hacia las 21.45, la doctora, aún sin resultados, decide hacer el ingreso. Allí sigue.-