El Gobierno rechaza la Asamblea de Municipios Vascos por inconstitucional

El Gobierno anunció ayer que rechazará cualquier propuesta que surja de la Asamblea de Municipios Vascos, cuya creación promueve el PNV con el apoyo de Euskal Herritarrok y Eusko Alkartasuna. La respuesta gubernamental a la iniciativa nacionalista fue tajante: la asamblea, tal y como está planteada, desborda las competencias municipales por carecer de base constitucional y autonómica y, por lo tanto, carece de validez a la hora de adoptar decisiones de carácter político.

El anuncio de creación de la Asamblea de Municipios Vascos, uno de los ejes del Pacto de Lizarra, que sirvió de prólogo a la tregua de ETA, provocó ayer firmes declaraciones de rechazo por parte de los partidos estatales. La reacción más virulenta fue la del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, que acusó al PNV de "poner en marcha un proceso que puede llevar a la disgregación de España", mientras, remachó, "José María Aznar mira hacia otro lado". También en Francia -la convocatoria de la asamblea afecta a municipios vascofranceses- la iniciativa nacionalista ha despertado un amplio rechazo. El Partido Socialista Francés se mostró ayer dispuesto a "cortar a fondo las ilusiones que propaga la demagogia separatista". En el campo nacionalista, los objetivos de la asamblea no parecen estar claramente definidos. El dirigente de HB Fernando Barrera dejó claro que la iniciativa responde al objetivo de crear una institución que en el futuro sustituirá a las que en la actualidad funcionan en Euskadi, Navarra y el País Vasco francés. El peneuvista Joseba Egibar defendió que es normal solicitar "una hermandad" de municipios, aunque al hacerlo desde un partido nacionalista "salta la satanización y eso no estamos dispuestos a aceptarlo." Según Egibar, su partido no va a dejar que se le den lecciones de democracia.