Exteriores busca cómo hacer llegar a la guerrilla su preocupación por el reportero

La diplomacia española se esforzaba ayer en hacer llegar a la guerrilla de Sierra Leona su interés y preocupación por la situación de Javier Espinosa. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que lo más importante en estos momentos es hacer llegar el mensaje a los guerrilleros de que un Estado europeo considera de la máxima prioridad la situación de su nacional detenido. El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, ordenó que la Dirección General de Asuntos Consulares pusiera todos los medios a su disposición para lograr la libertad del periodista retenido.

El ministerio se mantuvo ayer en contacto permanente con el embajador español en Senegal, José María Otero, acreditado también en Sierra Leona, Gambia, Cabo Verde, Guinea Bissau y Guinea Conakry, para que realizara gestiones ante las autoridades de Freetown.Fuentes diplomáticas señalaron que en este caso, como en el reciente secuestro de un misionero español, la diplomacia española recurre a todos los contactos que tiene sobre el terreno a fin de conseguir llegar a las fuerzas guerrilleras. La dramática situación por la que atraviesa la capital de Sierra Leona ha obligado a cerrar la mayoría de las legaciones diplomáticas. La diplomacia española suele recurrir en estos casos a las organizaciones misioneras, que, por su presencia permanente sobre el terreno, suelen mantener contacto con todas las fuerzas políticas. Fuentes diplomáticas señalaron que también se habían realizado gestiones ante la emisora británica BBC, a fin de conseguir que se transmitiera el mensaje redactado por el grupo guerrillero que retiene a Espinosa. La emisora pública británica no parecía anoche dispuesta a acceder a la petición de los guerrilleros de Sierra Leona. Un periodista del servicio africano de la BBC declaró anoche a este periódico que la radio "no va a difundir el comunicado", informa .

Javier Espinosa, de 34 años, es un periodista veterano, con amplia experiencia en la cobertura de conflictos armados. Cubrió para el diario El Mundo las guerras de Angola, Ruanda, Mozambique y la transición surafricana. Durante los últimos cuatro años residió en América Latina, donde cubrió todos los acontecimientos importantes, desde el conflicto de Chiapas y la invasión norteamericana de Haití hasta la crisis de la Embajada japonesa en Lima.

En medios diplomáticos se señalaba ayer que en situaciones límite como la que vive la capital de Sierra Leona, sin líneas de frente definidas en la propia ciudad, donde se combate en barrios que cambian constantemente de manos, la protección consular es prácticamente inexistente.

El pasado 10 de enero, el fotógrafo norteamericano Myles Tierney, de 34 años, de la agencia AP, resultó muerto en un tiroteo en las calles de Freetown, mientras que su compañero Ian Stewart, de 32, delegado de esa agencia en África occidental, resultaba alcanzado en la cabeza.

Fuentes diplomáticas señalaron que la situación en la capital había llegado esos días a tal extremo que los helicópteros británicos que abastecían la capital desde un navío de guerra fondeado cerca de la costa apenas tomaban tierra en la capital de Sierra Leona. El Reino Unido es el único Estado occidental que mantiene una presencia activa en el país.

Por otra parte, la presencia diplomática española en África, aunque no es importante en cuanto a número de diplomáticos, sí cubre la mayoría del continente. España cuenta con embajadas permanentes en 22 países africanos, 16 de ellos pertenecientes al África subsahariana. La dotación mínima de cualquier embajada es de dos diplomáticos -el embajador y un secretario de embajada- y un canciller, encargado de asuntos consulares y administrativos, además del personal administrativo.

En el caso de Sierra Leona, país con el que existen escasas relaciones comerciales, el embajador acreditado es el de Senegal, distante cerca de 800 kilómetros.