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El clima y las generosas limosnas han atraído a 2.275 nuevos indigentes a Valencia desde 1995

El clima suave permite mendigar a la intemperie hasta la madrugada y dormir bajo un puente del Jardín del Turia sin congelarse. Y las limosnas de los valencianos están entre las más generosas de las ciudades españolas. Estos factores han atraído, según los datos de la Policía Local y el Centro de Ayuda a los Sin Techo, a 2.275 nuevos indigentes a Valencia desde 1995. Pero la cifra de personas sin hogar se mantiene estable (en torno a 1.000), según los servicios Sociales, por el carácter nómada de estos mendigos que "no suelen quedarse más de unos cuantos meses".

La Policía Local contabilizó 501 casos nuevos de indigentes en los últimos dos meses de 1995 (cuando se puso en funcionamiento el Centro de Ayuda a los Sin Techo del Ayuntamiento). En 1996 el número aumentó hasta 729, pero en los dos últimos años la cifra se ha estabilizado (545 en 1997 y 500 en 1998). De estos 2.275 nuevos indigentes, el 25% provenían de la provincia de Valencia. "Vienen de pueblos donde se conoce todo el mundo en busca del anonimato de la gran ciudad", detalla el director del Centro de ayuda a los sin techo, Manuel Gómez Tejedor. "Por eso cuando nos acercamos a ellos para ofrecerles una cama en un albergue, programas de desintoxicación o talleres ocupacionales intentan desaparecer; muchos se marchan a otras ciudades donde les dejen mendigar tranquilos". El 75% restante llegó desde otras provincias o del extranjero. La mayoría de inmigrantes proceden de África y la Europa del Este. Vienen atraídos, según Gómez Tejedor, por el clima agradable y el el espíritu caritativo de los valencianos. "Uno nos contaba que en Teruel se pasaba el día mendigando y no sacaba más de 40 duros; aquí suelen ganar unas 4.000 ó 5.000 pesetas diarias", detalla. El elevado número de casas y fábricas abandonadas de la ciudad donde cobijarse, la facilidad para encontrar trabajo y comida fácil en la huerta, así como los recursos que ofrecen los servicios sociales son otros de los atractivos que ofrece Valencia a los indigentes, en opinión del director del centro. El estudio que han llevado a cabo los servicios sociales del Ayuntamiento revela que en la ciudad tres de cada cuatro indigentes sufren toxicomanías y alcoholismo. Entre los indigentes entrevistados el año pasado, el 65,1% son adictos a las drogas y otro 6,4% son alcohólicos. Los expertos destacan que, mientras en Madrid y Barcelona hay más personas sin techo alcohólicas que toxicómanas, en Valencia sucede al revés y la tasa de drogadictos entre los mendigos (65,1%) es una de las más altas de España. El perfil de los tóxicómanos de la ciudad responde a un varon menor de 35 años que duerme en la calle. Aunque un 23% de los drogadictos son mujeres y otro 26% son hombres mayores de 36 años. En los últimos tres años se ha duplicado la cifra de enfermos mentales que viven en las calles de Valencia. Los Servicios Sociales localizaron a 13 en 1995, 22 en 1996 y 27 en 1997. Los enfermos mentales han pasado de ser el 2,5% al 5% de los sin techo de Valencia. La Policía Local culpa de este gran incremento a la "lentitud judicial" con la que se han venido resolviendo los expedientes para incapacitar a estas personas y la misma lentitud de la Generalitat a la hora de asumir la tutela de estas personas e indicar el lugar donde deben ser internadas. A pesar de todo, la policía reconoce que en 1998 se ha producido un ligero descenso al haberse resuelto "gran parte de los expedientes tramitados en años anteriores". Enfermedad mental "Sólo hemos contabilizado los casos más claros de enfermos mentales, los que puecden apreciarse en una breve entrevista en la calle", matiza Gómez Tejedor, el porcentaje sería mucho más elevado si se realizaran estudios detenidos, porque la soledad y las duras condiciones en las que viven hacen que muchos sufran algún tipo de enfermedad mental". La cifra de personas de la tercera edad que viven en la calle también se ha incrementado. De los 25 casos nuevos localizados en 1995 se pasó a los 36 y 38 de los años siguientes. En el primer semestre de 1998 la policía ya había contabilizado 20. Los ancianos han pasado de ser el 5% al 7,1% de los indigentes de Valencia. A pesar de todo, los Servicios Sociales dicen que este colectivo es uno de los que más ayudas recibe para dejar la calle (pensiones, bonos para residencias de tercera edad...). La mendicidad infantil se disparó en 1996 (43 casos detectados frente a los 20 del año anterior). Pero desde entonces las cifras se han estabilizado (28 en 1997 y 20 en el primer semestre de 1998) por las actuaciones del Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Policía y de los servicios sociales para favorecer su escolarización, garantizarles una alimentación, vivivienda, ropa y atención sanitaria digna, así como investigar y prevenir los malos tratos y la explotación que padecen. El 13% de los indigentes (unos 75 casos anuales) son transeúntes y temporeros. La mayoría llegan en la época de recogida de la naranja. Suelen ser varones solteros, que piden a los servicios sociales alojamiento temporal y ayuda para viajar a otra ciudad.

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