La 'Mir' seguirá en el espacio hasta el 2002 si Rusia encuentra fondos
El primer ministro ruso, Evgueni Primakov, firmó ayer una resolución por la que se da a la estación órbital Mir la oportunidad de seguir hasta el 2002 dando vueltas a la Tierra. La ejecución estaba fijada para el próximo verano y no necesitaba de verdugo: simplemente, se dejaría caer la nave.
La vida prevista de la Mir era de cinco años. Ya lleva 12 allá arriba y, a pesar de una larga cadena de peripecias, alguna de las cuales estuvo a punto de suponer su destrucción y la muerte de sus ocupantes, todavía sigue siendo el único espacio permanentemente habitable por el hombre que hay en el cosmos. Mientras se empieza a montar la Estación Espacial Internacional (155), el Gobierno ruso ha decidido indultar a la Mir, tanto por razones económicas como de prestigio, y puede que estas últimas hayan sido las de mayor peso. Hundida en una crisis económica sin precedentes, tratada a veces por EE UU como un país de segundo orden, Rusia sólo tiene dos puntales a los que agarrarse para reivindicar su condición de gran potencia: su aterrador arsenal de miles de armas nucleares y la estación orbital.
Pese a la decisión de ayer de Primakov, la supervivencia de la Mir no está garantizada ya que será preciso encontrar financiación, porque las vacías arcas estatales no están en condiciones de aportar ni un rublo.
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