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EL PROCESO DE PAZ

El Gobierno considera la "burla" de Ternera una prueba de que ETA no quiere dialogar

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno no ve señales de que ETA desee el diálogo para alcanzar definitivamente la paz en Euskadi. Así de rotundo se pronunció ayer el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, tras la reunión del Consejo de Ministros. La designación del ex número dos de ETA Josu Ternera, condenado en Francia y procesado en España por "delitos atroces" de terrorismo, como representante de EH en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, además de "una burla y una ofensa" a las instituciones "muestra, a juicio del Gobierno, que no hay voluntad de paz". El portavoz expresó su conmoción. "Las fuerzas democráticas no podemos aceptar que ETA entre en el debate político", enfatizó sumándose a las críticas de otros partidos.

La última provocación del entorno etarra, la designación de José Antonio Urrutikoetxea como miembro de la Comisión de Derechos Humanos, ha obtenido como réplica del Gobierno un nuevo mensaje a la banda terrorista. Si días atrás el presidente se quejaba de que ETA aún no ha designado interlocutores para iniciar el diálogo de paz, ayer Piqué utilizaba el caso Ternera como una muestra de "lo que está siendo la falta de seriedad y compromiso en el proceso de paz" por parte de ETA y su apoyo político, y pedía una reflexión a todos los partidos, en clara alusión al PNV, para reaccionar contra la decisión de EH.La respuesta peneuvista la daba el propio presidente del partido, Xabier Arzalluz, desde Barcelona: "Me parece estupendo que Josu Ternera se siente en la mesa de esta comisión, ya que tendrá que tratar con todo lo que son derechos humanos, incluidos los de las víctimas". En su criterio, la opinión a favor o en contra sobre este tema depende del punto de vista "por donde se tome, y se toma siempre por donde quema, sobre todo desde Madrid". El ministro del Interior, Jaime Mayor, se encargaba de responderle: "Arzalluz está empeñado en acomplejar a los pacíficos y envalentonar a los violentos".

Ya desde el mismo jueves, cuando la coalición abertzale dio a conocer sus intenciones de designar portavoz, nada menos que en la Comisión de Derechos Humanos, al etarra encarcelado, la mayoría de los partidos democráticos había puesto el grito en el cielo. Las protestas volvían a arreciar ayer, y a ellas se sumaba desde primera hora Mayor.

Para el titular de Interior, ésta es una designación consciente de EH "para provocar", pero que "tiene su importancia porque supone una falta de autenticidad en lo que es un proceso de paz". "ETA y el mundo de EH tienen miedo a la paz. Les da pánico, y no quieren dialogar. Sólo buscan unos objetivos políticos, por eso hacen estas cosas raras y extrañas". "Lo que tratan es de retar, de humillar, por encima de otra consideración, de ofender y cambiar los valores que han caracterizado a una sociedad pacífica", remató el ministro.

Tras la reunión del Gobierno, Piqué se sumaba al contraataque y lo extendía al papel que desempeña la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, abanderada de la reclamación del acercamiento de los presos de ETA a cárceles de Euskadi. "En un Estado democrático en el que se garantizan las libertades de manera tan clara, hasta el punto que una persona como Josu Ternera puede ser diputado, una Comisión de Derechos Humanos en el Parlamento Vasco sólo tiene sentido si lo que hace es preocuparse de las víctimas de la violencia", rubricó. Junto a ello, el portavoz del Ejecutivo insistía en el desinterés de ETA por abrir un diálogo que ponga fin definitivo a la violencia. Piqué reiteró que la banda aún no ha designado interlocutor, como adelantó el presidente Aznar la pasada semana, frente a las recientes declaraciones de portavoces etarras a Cambio 16, en la que señalan que dichos interlocutores sí existen y que el Gobierno los debe buscar entre los presos. "No valen insinuaciones", subrayó.

Piqué también censuró la pretensión del lehendakari Juan José Ibarretxe de convocar una nueva mesa por la paz, en la que estarían todos los partidos vascos, incluido EH. "No hace falta crear una nueva mesa, cuando existe una en la que nos hemos puesto de acuerdo todos los que aceptamos el Estado de Derecho": la de Ajuria Enea, en la que se niega a participar la coalición de Arnaldo Otegi.

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