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Igualada investigará el hundimiento de la escuela que causó dos muertes

El Ayuntamiento de Igualada (Anoia) aprobó el pasado lunes la creación de una comisión de investigación sobre el trágico hundimiento del edificio de la escuela Genny, ocurrido poco antes de Navidad y en el que murieron dos alumnas. Esta decisión se ha tomado tras varias reuniones, en las que no se llegó a acuerdo alguno. El gobierno municipal, formado por CiU y PP, quería crear una comisión especial de seguimiento; el PSC e IC-V, en cambio, reclamaban una comisión de investigación de los hechos.

Finalmente se ha acordado crear una comisión informativa que tendrá como objetivo "la recopilación, la sistematización, la investigación y el análisis de la información referida a los hechos, a los procesos administrativos, a las posibles intervenciones de los responsables políticos", así como a los aspectos relacionados con la concesión del permiso de obras o del de actividades del centro escolar. La comisión, formada por un representante de cada grupo municipal, podrá convocar a todos los técnicos o responsables políticos, municipales o no, que tengan relación con los hechos, según manifestaron ayer el PSC e IC en rueda de prensa. Ello quiere decir que incorpora la posibilidad de convocar al consejero de Trabajo, Ignasi Farreres, y al de Educación, Xavier Hernández. La comisión emitirá "un informe sobre sus deliberaciones y las conclusiones a las que pueda llegar". Este paso llega un mes después del trágico accidente que costó la vida a dos jóvenes e hirió a 10 más. Se trata, de momento, del paso más visible que ha dado la Administración local. En el campo judicial, la investigación avanza muy lentamente: el Juzgado de Instrucción número 2 de Igualada ha iniciado los trámites y dispone de un informe de la policía local, pero no ha citado a nadie a declarar aún. El juez citó hace pocos días a las chicas heridas para ratificar que tienen abogado y que estaban en la escuela el día de su hundimiento. Un trámite formal. En su día, el abogado de varias de las víctimas ya pronosticó un proceso lento. Esta lentitud en la investigación del suceso ha sido criticada por organizaciones como la Unión de Sindicatos de Trabajadores de la Educación de Cataluña y el Sindicato de Trabajadores de la Educación (USTEC-STE"s), que creen que el juez ya tendría que haber actuado, y más cuando son evidentes las numerosas irregularidades que concurrieron en el suceso. Rosario de anomalías Las irregularidades empiezan en el mismo Ayuntamiento. Según el expediente municipal, la escuela empezó las obras de restauración de una antigua fábrica textil sin el preceptivo permiso de obras. El gobierno municipal, conocedor de los hechos, hizo varios requerimientos y dos meses y medio más tarde dio el permiso de obras a condición de que la propietaria solicitara la licencia de primera ocupación al acabar los trabajos. Para dar por terminadas las obras, el procedimiento establece que la escuela debería haber pedido un certificado de fin de obras, imprescindible para obtener la licencia de primera ocupación. Ninguno de los dos documentos consta en el expediente municipal. Sin haber dado por terminadas las obras, la escuela ya disponía de una licencia de funcionamiento que le permitió instalar los elementos necesarios para iniciar la actividad (mobiliario, luz, agua...), pero no tenía la licencia de actividades. Según explicó en su día el Ayuntamiento, esta licencia no se podía dar porque fallaba alguna documentación y porque el proyecto de obras no coincidía con el de actividades, ya que en el primero figuraba una biblioteca y un laboratorio de fotografía en el sótano y en el segundo ese sótano no consta y la biblioteca y el laboratorio se ubicaban en la planta baja. Cuando se produjo el hundimiento ya hacía varias semanas que el centro había comenzado a impartir clases, pese a que las obras del sótano no habían acabado. Enseñanza negó desde el primer día que supiera que se daban clases. Sin embargo, la concejal de Educación de Igualada, Antònia Enrich, y el Departamento de Trabajo reconocieron saberlo. Trabajo incluso envió, un día antes de la tragedia, un promotor en tareas de comprobación para el curso de formación ocupacional que realizaban las 10 chicas heridas y las dos muertas. Y el Inem había enviado un mes antes una carta a las chicas para que hicieran el curso en el nuevo centro so pena de perder el subsidio de paro.

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