_
_
_
_

Polémica por la contaminación de las aguas de riego en Lodosa por Inabonos

Un nuevo caso de grave contaminación de aguas subterráneas en Navarra ha levantado una fuerte controversia política y ecológica. El caudal de los pozos de la localidad de Lodosa dedicados a regar su huerta están fuertemente contaminadas desde hace años por la filtración de metales pesados tóxicos procedentes de los 60.000 metros cúbicos de desechos depositados en terrenos colindantes por la empresa Inabonos, ubicada en la localidad, que se dedica a la producción de abonos agrícolas.

Todas las alarmas sanitarias y ecológicas se han activado en Lodosa, municipio de 4.600 habitantes. Saltaron cuando el Ayuntamiento comenzó a advertir por carta a 118 propietarios de parcelas de regadío, situadas a lo largo de 1.500 metros entre Inabonos y las aguas del Ebro, que el agua que obtenían de sus pozos para regar cultivos de pimientos, tomates, patatas, coliflores y frutales, entre otros, no era potable. La controversia medioambiental no ha tardado en estallar. El Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural Gurelur aseguró ayer que el Ejecutivo navarro y el Ayuntamiento han propiciado la ocultación de estos hechos y han desinformado a los afectados. Los primeros datos contrastados sobre la fuerte contaminación del subsuelo en la vega del Ebro de esta localidad, famosa por la calidad de sus productos agrícolas con denominación de origen, se remonta a 1995. Entonces, la sociedad estatal Empresa de Gestión de Residuos Industriales (Emgrisa) confirmó el hallazgo de arsénico, cadmio, cromo, cobre, mercurio, plomo, hierro, fósforo, flúor, boro, níquel y zinc, así como aceites empleados en la maquinaria y disolventes utilizados en la limpieza. Un estudio de seguimiento, realizado por dicha empresa en 1997, confirmó la contaminación y recomendó en sus conclusiones que "se prohiba el uso de las aguas tanto para consumo humano como agrícola en toda la zona afectada". En el mismo estudio Emgrisa aseguraba que no existía duda alguna de que "la existencia de escombreras, apilamientos, balsas y vertidos diseminados por el emplazamiento, residuos estos procedentes de los procesos de fabricación, sean los causantes de la contaminación existente en las aguas subterráneas". Discrepancia sobre fechas El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, en manos de UPN-PP, asegura que ya en 1995 se advirtió al consistorio de lo que sucedía. Pero el alcalde de Lodosa, Fermín Remírez (PSN-PSOE) lo ha negado. Asegura que recibió las primeras noticias hace apenas dos meses. Pese a que la mayoría de los productos agrícolas de la zona se abastece directamente de las aguas del Ebro a a través del Canal de Lodosa, cientos de personas utilizan las aguas contaminadas para beber y regar productos que consumen y venden. Gurelur criticó ayer la tardanza del Gobierno en informar al Ayuntamiento, y el que éste no haya sido más explícito a la hora de explicar a los afectados la peligrosidad que el agua presenta para la salud. También subrayó el que el departamento de Medio Ambiente, que dirige Yolanda Barcina, no haya iniciado "ni un solo expediente sancionador ni trasladado a la autoridad judicial ninguna denuncia". Las diligencias informativas abiertas por la fiscalía de Medio Ambiente fueron archivadas días antes de que Inabonos y el Gobierno de Navarra firmaran un acuerdo para que la empresa limpiara los desechos de las escombreras generadas por la fabricación de fosfatos y superfosfatos y a cambio vendiera unos terrenos de su propiedad en Pamplona para su conversión en viviendas. A este respecto, el alcalde de Lodosa ha asegurado que recibió una llamada del fiscal de Medio Ambiente en la que le señaló, según el relato del primer edil: "Esté tranquilo, que el Gobierno de Navarra está solucionando el tema de Inabonos". Sorprendentemente, Gurelur denunció ayer que Inabonos no tiene ni una sola licencia de apertura que le permita funcionar, tal y como lo reconoce un documento que el Ayuntamiento le entregó el pasado día 11. "Las actividades de Inabonos se pueden considerar como clandestinas", aseguró la organización medioambiental.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_