La pared y las marquesinas

El titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla, José Herrera, ha solicitado al servicio municipal de autobuses (TUSSAM) todos los datos sobre cómo se actúa en el caso de que una marquesina de una parada esté próxima a un edificio en obras. La solicitud complementa la masiva petición de documentos que ha hecho el juez para conocer la situación de la finca y la actuación de las distintas partes que pudieran estar implicadas en el caso. Entre los datos requeridos también está la reglamentación municipal para proteger el tipo de obras que se efectuaban en el Bazar España. Luis Pizarro, portavoz municipal de IU, ofreció ayer algunas pistas sobre este particular. El cerramiento o muro que se derrumbó era una pared de siete metros de alto, fábrica de ladrillo, cornisa y pretil exento sin arriostramiento (apuntalamiento). Y así estaba el cerramiento cuando se cayó, a pesar de que, según IU, el Plan General de Urbanismo prevé que el muro no debe superar los 2,50 metros de altura, debe estar construido de hormigón, rematado con albardilla y "arriostrado mediante elementos verticales que impidan el vuelco por efecto del viento". El viento del día de los hechos alcanzó ráfagas de 105 kilómetros hora, velocidad que las compañías de seguro consideran desastre natural y por la que dejan las posibles indemnizaciones en manos del Consorcio de Compensación de Seguros.