Un poste contra todos
El 12 de enero, muy de mañana, se apostó un gigantesco camión junto al pequeño edificio comercial enclavado en el centro de la urbanización Prado de Somosaguas, habitada ya por más de 4.000 familias. Sin preguntar nada a nadie, los del camión se dedicaron con diligencia a perforar el suelo del callejón posterior, utilizado para entrada de mercancías. Antes de las 24 horas ya habían plantado un enorme poste metálico, de unos treinta metros de altura, destinado a servir de aposento a una serie de repetidores de telefonía móvil.Algunos vecinos, alarmados por tan antiestético "arbolito" y preocupados por los peligros que de él se pueden derivar, dada su inmediatez al centro comercial y a numerosas viviendas, llamaron a la Policía Municipal de Pozuelo. La policía, que hace acto de presencia en cuanto alguien intenta la más mínima obra en el exterior de su propiedad, se limitaba a contestar a esas demandas diciendo que "suponían" que se habría concedido licencia. Todo apunta a que se trata de una alcaldada más de las que con demasiada frecuencia somos víctimas o testigos en Pozuelo de Alarcón, último reducto dirigido por los restos de la más genuina derechona, infiltrada en el centrista PP.
Es una barbaridad. Pero mayor es aún especular, como el Ayuntamiento de Pozuelo intenta, con el suelo dotacional proveniente de las obligadas cesiones realizadas por la promotora de la urbanización, recalificándolas a posteriori, casi 15 años después de aprobado el Plan Parcial, como de uso industrial de carácter terciario.-
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