Fernando Savater sitúa a la educación en el centro de la democracia
Sin educación no se puede formar demócratas, y sin éstos no es posible la construcción de la democracia. Sobre esta premisa, el filósofo Fernando Savater estructuró ayer en la Universidad de Alicante su conferencia Ética y educación, enmarcada en el ciclo Diez lecciones de ética que organiza el departamento de Filosofía del Derecho.
Para Savater, la democracia es un "sistema educativo permanente", ya que debe abarcar todos los estadios del ser humano, y además es el resultado de un esfuerzo. "Los demócratas no nacen de forma natural, como las flores silvestres, sino que hay que cultivarlos", dijo el filósofo, que añadió que "sin ese ejercicio intelectual, no se está capacitado para ejercer la democracia". La ética y la asunción de una escala de valores fundamentales son requisitos indispensables para la formación de un demócrata que prima el razonamiento frente al arrebato, en opinión de Savater. Por ello, se mostró firmemente partidario de consolidar y mejorar constantemente el sistema educativo, puesto que es la escuela el lugar donde los niños deben aprender las formas democráticas. "La educación no es un elemento más de la sociedad, a pesar de que hoy se tiende a presentar la educación como una oferta y a los alumnos como clientes", señaló el pensador, que criticó el hecho de que exista "una educación de cinco estrellas y una educación basura para enseñarle a las personas que no muerdan y cubrir sus necesidades básicas". Para Savater, los ciudadanos deben aspirar a mejorar continuamente su sistema educativo y no conformarse con uno que se limite a enseñar los conceptos fundamentales. El autor de Ética para amador defendió la necesidad de una educación en el campo de los valores, frente a las corrientes que reniegan de conceptos universales como la generosidad, la verdad o el valor, y prefieren que sea el individuo el que construya su escala de valores a golpe de experiencias personales. "Ningún pueblo, ni siquiera la civilización más remota, cree que sea mejor mentir que decir la verdad o ser avaricioso que ser generoso. Y eso es porque la mentira y la avaricia son debilidades morales y la ética se fundamenta en la fuerza mental", explicó. Savater considera que la ética debe subsistir en los centros educativos como cuerpo doctrinal independiente y no diluirse en todas las materias, como sostienen algunos teóricos. Asimismo, incidió en la dificultad de su enseñanza, puesto que otras asignaturas "cuentan con el apoyo de la realidad exterior, mientras que la ética no se puede mostrar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.