Prisión para los dos policías que apalearon a un magrebí

Le detuvieron ilícitamente, le golpearon durante el traslado a la Comisaría, se ensañaron con él en una sala de las dependencias policiales y le remataron dejándole inconsciente en un pantano. Los agresores: dos agentes de la Policía Local de Orihuela, Juan Manuel Gráu Gálvez y Manuel Trinitario Tortosa Torres. La víctima: el ciudadano magrebí Salam Essabah. Según relata la sentencia de la Audiencia Provincial, trasladada ayer a las partes, queda probado que el día 26 de diciembre de 1996, de madrugada, los agentes pidieron al norteafricano que se identificara. En lugar del pasaporte, Essabah entregó el resguardo de solicitud de trabajo y de residencia en forma. Los policías no consideraron válido ese documento y decidieron ponerlo a disposición de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Las primeras agresiones se produjeron durante el traslado, en el interior del vehículo policial. Una vez en las dependencias policiales, y mientras los funcionarios verificaban la identidad del detenido, los agentes municipales le condujeron a una sala. Allí fue obligado a desnudarse y recibió patadas y puñetazos. La Policía Nacional comprobó que Essabah tenía los papeles en regla y lo dejó en libertad, pero los agentes municipales le obligaron a subir nuevamente al vehículo y le trasladaron, dándole golpes en todo el cuerpo, hasta el pantano de La Pedrera, a unos 10 kilómetros del casco urbano de Orihuela. En ese paraje fue abandonado inconsciente. Los dos policías han sido condenados, por el delito de detención ilegal, a dos años, cuatro meses y un día de prisión menor y multa de 100.000 pesetas. Por las lesiones cumplirán 10 días de arresto menor.