Defensa reactiva Los Castillejos y crispa a los municipios del Baix Camp

La voluntad del Ministerio de Defensa de reactivar el campamento de Los Castillejos (Baix Camp) para uso militar provocó ayer una reacción en contra y unánime de los municipios afectados, algunos partidos políticos y asociaciones ecologistas. El consejo comarcal y el propio Parlament ya se pronunciaron hace unos años a favor del desmantelamiento de estas instalaciones, unas 700 hectáreas situadas en la sierra de la Mussara e incluidas en un plan especial de interés natural.

Fuentes de Defensa confirmaron ayer a EL PAÍS que este mes se procederá al nombramiento de un coronel al mando de la comandancia de campo de Los Castillejos, es decir, una dotación permanente de personal civil y militar se encargará del mantenimiento de esta base. La intención del ministerio es reactivar estas instalaciones como base de maniobras y ejercicios de tiro del Ejército de Tierra, formando parte de la jefatura territorial de la Región Pirenaico-Oriental, que agrupa las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón. En principio, Los Castillejos contará con una dotación de oficiales y suboficiales y una veintena de soldados de reemplazo que se encargarán de las funciones administrativas, de mantenimiento de las instalaciones y de control de incendios. Este último punto se considera de vital importancia, pues el campamento se asienta en plena sierra de la Mussara, en las montañas de Prades, de alto valor ecológico y forestal. El Departamento de Medio Ambiente incluso estaba estudiando la posibilidad de declararlo parque natural. El Ministerio de Defensa considera Los Castillejos de gran interés en el ámbito de la propia región militar, ya que en esta área son pocas las zonas de que se dispone para la realización de maniobras a gran escala y ejercicios de tiro, a excepción de unos terrenos situados cerca de Zaragoza. Reacción airada La confirmación de que el Ejército pretende reactivar estas instalaciones militares provocó una airada reacción entre algunas instituciones y partidos políticos del Baix Camp. El consejo comarcal, que hace 10 años ya aprobó por unanimidad el desmantelamiento de Los Castillejos, mostró ayer su sorpresa y preocupación por la noticia al desconocer el alcance de las pretensiones de Defensa. Aunque ayer, en un comunicado, el organismo comarcal se ratificó en su demanda de desafectación de los terrenos, reclama que en caso de reactivarse su uso militar éste sea compatible con la protección medioambiental de la zona. El presidente del consejo, el convergente Roberto Ortiga, anunció que solicitarán en los próximos días una reunión con altos cargos de la Capitanía Militar para conocer de primera mano las previsiones del Ministerio de Defensa. Por otra parte, ERC también se mostró en contra de la decisión del Ejército y pidió que se cumpla la resolución del Parlament de 1994 según la cual estas instalaciones militares debían desmantelarse. Asimismo el grupo ecologista Gepec calificó la decisión del ministerio de "fuerte hipoteca para el desarrollo del parque natural de las montañas de Prades" y reclamó de todas las instituciones de la provincia que se pronuncien en contra de la voluntad de Defensa. El campamento de Los Castillejos, creado hacia 1940, albergó durante décadas una unidad de formación de las milicias universitarias. En los últimos años tan sólo ha permanecido en él una dotación de una decena de soldados, comandados por un teniente del Ejército de Tierra.