Cardoso consigue unas primeras medidas de ajuste

El Congreso brasileño aprobó ayer un paquete de medidas urgentes que forman parte del ajuste fiscal exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de las ayudas por 42.000 millones de dólares (36.525 millones de euros, seis billones de pesetas). Las medidas aprobadas permitirán al Gobierno recaudar este año 500.000 millones de reales, unos 400.000 millones de pesetas, cuando el FMI exige recortar el déficit 3,06 billones de pesetas en 1999.

El Gobierno brasileño ha reconocido que la fuga de capitales del país -2.300 millones de dólares, 1.840 millones de euros en los últimos dos días, según el Banco Central-, las presiones sobre el real, la desconfianza de los inversores extranjeros y la crisis bursátil sólo terminarán cuando el Congreso apruebe totalemente el programa de ajuste fiscal comprometido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y demuestre que Brasil conseguirá sanear sus finanzas. Ayer, esa responsabilidad pesó sobre los congresistas que, casi sin debates y de forma automática -incluso sin reparos por parte de la oposición-, aprobaron cuatro de las medidas del plan de ajuste que persigue el presidente Fernando Henrique Cardoso desde noviembre pasado.Se calcula que con las nuevas medidas aprobadas, el Gobierno va a recaudar 500.000 millones de reales, unos 400.000 millones de pesetas (2.404 millones de euros). "Les pedimos a los parlamentarios que cerraran los ojos y aprobaran las medidas sin cuestionarlas mucho", reconoció el portavoz del conservador Partido de Frente Liberal (PFL) en la Cámara de Diputados, Inocencio Oliveira.

Entre las medidas aprobadas destacan, sobre todo, las que alteran el régimen fiscal sobre los beneficios de las empresas y el aumento del impuesto sobre el valor añadido de los coches de importación. Otra de las medidas fue la creación de la nueva Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria y el aumento de los impuestos sobre las empresas farmacéuticas.

Ayer el ministro de Hacienda afirmó que si el ajuste fiscal sigue adelante los tipos de interés, que hoy están por encima del 30%, podrían bajar al 18 % lo que supondría un espaldarazo para el desarrollo económico y la creación de empleo.

El nuevo presidente del banco central brasileño, Fernando Lopes, también afirmó que el real no debe pasar de 1,32 unidades por dólar y que tratarán de que su moenda fluctúe por debajo de ese cambio. Sin emabrgo, ayer llegó a cotizarse por encima de 1,35 frente a la divisa estadounidense.

Renegociar el crédito

El cumplimiento de las recetas será clave para recibir las ayudas del FMI y otros organismos internacionales (además de países industrializados, entre ellos España). Lopes afirmó ayer que deberá negociar con el FMI las condiciones del crédito ya que han cambiado algo las circunstancias por la devaluación. Cuando se concedió el préstamo, Brasil aseguró que no iba a devaluar. El director gerente del FMI, Michel Camdessus, ha confirmado que el Fondo va a discutir los próximos días la nueva situación creada en Brasil tras el cambio de política del Banco Central.Brasil tiene aún que recibir una parte del crédito de los 41.500 millones de dólares (33.200 millones de euros, de los cuales ha recibido ya 2.174). Para que la ayuda se complete, el Gobierno debe reducir el déficit público 23.000 millones de dólares (18.400 millones de euros, 3,06 billones de pesetas) en 1999.