Los rectorados pactan el modelo de financiación para el periodo 1999-2002

Los equipos económicos de las cuatro universidades públicas, excepto la recién creada Miguel Hernández de Elche, llegaron ayer a acuerdo firme sobre la revisión del plan de financiación plurianual y fijaron el modelo a seguir en el periodo 1999-2002. Las propuesta, que será negociada con la Administración en dos semanas, ofrece fórmulas para que el gasto público universitario pase progresivamente del 0,6% del PIB actual al 1% del PIB que destinan los socios europeos, lo que significaría alcanzar los 80.000 millones.

Las universidades se proponen salir del "atraso" en que se encuentra la Comunidad Valenciana, que ocupa el decimotercer lugar de la financiación ordinaria, muy por debajo del resto de autonomías con un nivel de renta per cápita similar. Para ello, han rediseñado un exhaustivo modelo que pretende lograr en un periodo transitorio de cuatro años que el gasto público universitario valenciano se duplique y se sitúe en 80.000 millones de pesetas en el 2002. El nuevo Plan Plurianual de Financiación (PPF) para el periodo 1999-2202 se encamina hacia la consecución de dos objetivos prioritarios que consisten: por un lado, en fijar criterios financieros claros que "garanticen" que la Generalitat valenciana destinará el gasto público suficiente para cubrir anualmente las necesidades básicas de cada universidad; y, por otro, en crear nuevos mecanismos para incentivar la mejora de la calidad de la enseñanza superior valenciana para que sea "homologable a la media europea". El PPF establece que la partida del gasto corriente por estudiante neto a tiempo completo (que en la actualidad ronda los 38.000 millones de pesetas) se incremente un 10% anualmente de forma progresiva en los próximos cuatro años, situándose en 42.961 millones en 1999 y alcanzando los 56.126 millones en el 2002, fecha en la que se propone otra revisión del modelo. El resto de financiación a cargo de los Presupuestos de la Generalitat valenciana está compuesto por los ingresos por tasas (entre 12.000 y 16.000 millones) y el dinero procedente del plan de inversiones, que está pensado que se reduzca progresivamente en los próximos cuatro años y pase de 19.500 millones en 1999 a 4.009 en el 2002, a medida que aumente proporcionalmente la subvención neta por estudiante. Financiación y calidad Con todo, es en el capítulo de financiación por objetivos de calidad, a repartir entre todas las universidades en función de sus programas de calidad, donde se ha dado el paso más novedoso. Los rectorados han hecho una apuesta arriesgada y acordaron ayer aumentar hasta un 10% (entre 3.000 y 4.000 millones) este capítulo de la financiación pública, de forma que cada universidad, en base al resultado anual de sus programas específicos de calidad [aumentar el rendimiento docente, incrementar la inserción laboral de titulados, proyectos de I+D], compita por llevarse la mejor parte. El documento ultimado ayer en la Universidad Politécnica de Valencia deja bien claro que la finalidad del modelo de financiación pretende "dotar a la Administración autonómica de un instrumento sencillo, objetivo y flexible". Pero reconoce que "no será posible alcanzar los objetivos sin el concurso de las Universidades y la Administración". El texto final, que aún se someterá a otra revisión de carácter menor, se espera que pueda ser abordado con el responsable de Educación, Francisco Camps, dentro de dos semanas. Fuentes de las negociaciones, sin embargo, han adelantado que ven con optimismo el acuerdo alcanzado, y aseguran que en sectores de la Administración es visto como "asumible por ambas partes".