Los derechos de los ex "lehendakaris" regulados por decreto mientras se aprueba el Estatuto del Político
El Consejo de Gobierno del nuevo Ejecutivo vasco aprobó en su reunión de ayer -la primera desde la toma de posesión de los consejeros, el pasado jueves- el estatuto provisional de los ex lehendakaris mediante un decreto. El Gobierno no ha esperado a que vea la luz el Estatuto del Político Vasco, que lleva paralizado en el Parlamento desde hace ocho años. En este proyecto se incluye un apartado que regula de forma expresa los derechos que les corresponden a los ex presidentes del Gobierno por desempeñar este cargo, el más importante políticamente de Euskadi.
El portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz (PNV), justificó la decisión adoptada por el consejo, porque "había que tomar una decisión". "Por tanto, de forma provisional, hemos aprobado un estatuto en el que reconocemos los derechos de la autoridad política más importante de Euskadi". Imaz insistió en que se trata de una regulación temporal hasta que se apruebe por ley el futuro Estatuto del Cargo Público vasco. Así, recordó que "durante la pasada legislatura se discutió un anteproyecto sobre esta materia que logró un amplio consenso entre las fuerzas políticas pero no que fue aprobado definitivamente". José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea son los únicos que pueden beneficiarse del decreto del Gobierno. Garikoetxea fue lehendakari hasta su renuncia en diciembre de 1984, en medio de la crisis abierta en el PNV que llevó a Ardanza al Gobierno un mes más tarde. Tratamiento y medios El decreto no regula ningún tipo de sueldo, competencia que no se puede atribuir el Gobierno al estar en manos del Parlamento. Lo que hace es reconocerles el uso honorífico del título de Lehendakari y el tratamiento de Excelentísimo Señor. Además, pone a su disposición un conjunto de medios humanos y materiales para que desarrollen "correctamente la función que le corresponde a un ex presidente de Gobierno". Estos medios son los siguientes: derecho a disponer de una secretaria particular, así como de un local donde instalar una oficina y desarrollar su trabajo. De la misma forma, los ex lehendakaris tendrán derecho al uso de un vehículo con conductor. Transcurridos dos años, los servicios de la secretaria particular serán incompatibles con el ejercicio de actividades retributivas, según queda establecido en el decreto. La definición del estatus de los ex lehendakaris ha estado supeditado a que los grupos parlamentarios fuesen capaces de ponerse de acuerdo para dar salida al Estatuto del Político Vasco, donde se reflejan los derechos, deberes y los sueldos de los parlamentarios, lehendakari, consejeros y el resto de altos cargos del Gobierno. Precisamente, el establecimiento en el borrador elaborado por los partidos del pago de pensiones máximas a los parlamentarios y la cotización de las dietas a Hacienda dio finalmente al traste con el aparente consenso logrado el año pasado. Los partidos convinieron durante las arduas negociaciones mantenidas en 1998 en que el Estatuto de los ex lehendakaris debería aguardar a que el Estatuto del Político Vasco estuviese formalizado. Incluso el lehendakari en aquel momento, José Antonio Ardanza, paralizó un intento por aprobar un Estatuto para ex lehendakaris independiente del Estatuto del Político Vasco para que no pudiera considerarse que estaba dirigido ex profeso a su persona, dado que ya había anunciado que no iba a concurrir a la reelección. Carlos Garaikoetxea, la persona que le precedió como lehendakari, sigue en la política activa como presidente de EA, pero la ocupación laboral de Ardanza es una incógnita sin despejar aún. Él mismo insistió en los últimos meses de su mandato que sólo se iba a preocupar de su futuro profesional cuando dejara el cargo. Ardanza tiene una excedencia en Mondragón Corporación Cooperativa, donde fue jefe de su servicio jurídico antes convertirse en diputado general de Guipúzcoa y luego en lehendakari.
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