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El Tribunal Superior vuelve a invalidar una oposición municipal de 1994

Antonio Jiménez Barca

En marzo de 1994, unas 300 personas optaron a uno de los 19 puestos de visitadores médicos y celadores de una oposición del Ayuntamiento. Para agilizar el proceso, el tribunal optó por dividirse en dos secciones en la prueba oral. Al menos dos de los postulantes han recurrido la oposición. Y el Tribunal Superior de Justicia contestó hace más de un año y lo vuelve a hacer ahora: se declara la prueba nula porque algunos miembros del jurado no estuvieron presentes en todas las pruebas.

La primera sentencia tiene fecha de 6 de marzo de 1997; la segunda, de 9 de diciembre de 1998. En el resto son muy parecidas: ambas declaran nulo el examen porque, por ley, el presidente, el secretario y los vocales del tribunal tienen que estar presentes en todas las pruebas de la oposición. Esto no ocurrió en este examen. Durante el ejercicio oral, el tribunal se dividió en dos equipos, "con lo que se impidió la presencia en ambas secciones de la figura del presidente y del secretario", según reza la segunda sentencia, que ordena la repetición de la prueba.Cuando se celebró el examen, el concejal de Personal era Antonio Moreno, del PP. Ahora es Sigfrido Herráez, también del PP, que ayer disculpó la labor de su predecesor: "Los vocales eran de distintos partidos políticos y estuvieron todos de acuerdo en dividirse. Hubo un defecto de forma, pero no intención de perjudicar a nadie". Para Herráez, el cumplir con todos los requisitos a la hora de examinar en una oposición acarrea bastantes problemas. "Hace unos meses, para un examen de unas pocas plazas se presentaron 4.000 personas. Como ya no dividimos al tribunal, el asunto se eterniza, y para sacar una plaza de policía, por ejemplo, podemos estar un año", se queja el edil.

19 perjudicados

El Ayuntamiento ha recurrido ambas sentencias al Tribunal Supremo, pero los servicios jurídicos municipales se temen lo peor. "Lo más seguro es que el Tribunal Supremo ratifique las sentencias y entonces el examen, de una manera firme, quede anulado", explica el edil de Personal. Herráez tiene muy claro que, si esto sucede, los más perjudicados serán "las 19 personas que son ahora funcionarios después de aprobar un examen y que tienen ciertos derechos adquiridos".La solución, para el edil de Personal, pasa por repetir la prueba "con todas las garantías para que no existan más problemas", y a los 19 funcionarios, "mantenerlos en su puesto en el Ayuntamiento como interinos".

"Los que han recurrido no tendrán más derecho que el de poder examinarse de nuevo; los que aprobaron no perderán por ahora el empleo, pero sí la seguridad en el puesto de trabajo y la categoría de funcionario", concluyó el edil Sigfrido Herráez.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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